miércoles, 26 de agosto de 2020

A LOS REYEZUELOS DE LAS TAIFAS AUTONÓMICAS

 




POR LOS QUE YA NO ESTÁN

Corrían los últimos de los ochenta y los primeros de los noventa. En España, en Europa y creo que, en todo el mundo civilizado, si es que hay o ha habido alguno, un fuerte movimiento que luchaba por potenciar las energías renovables: Eólica, fotovoltaica, biomasa, marina de corrientes y de las olas, geotérmica y alguna más.

Cuando se configuraron las autonomías, tonto de mí, pensaba que era bueno, siempre conocerán mejor las necesidades de una región aquellos que están cerca que los de Madrid. Lo que nunca se me ocurrió pensar, es que las autonomías pasaran a ser “autonosuyas”, con normativas diferentes en todo o casi todo. Que un maestro o un médico, titulado en Galicia, no pueda ejercer en Cataluña o en Baleares, me parece una burrada tan grande que no me cabe en la cabeza, mucho menos, que lo estemos permitiendo sin montar un follón diario en cualquier facultad de España o a las puertas del Congreso, que es ese lugar dónde se ríen de nosotros cuando van y si no van, se ríen en otra parte. Es verdad que en unas legislaturas más que en otras, esta se lleva la palma.

Con relación a la energía eólica, le oí a alguno, en aquellos años, pedir que, si en su autonomía se ponían aerogeneradores, lo suyo era que se construyera, en ella, una fábrica de palas. Cómo si la economía de escala no existiera.

Ha tenido que venir el COVID coronado, este maldito que ha dejado, solo en España, más de cuarenta y ocho mil muertos, para que estos REYEZUELOS DE LAS TAIFAS AUTONOSUYAS se den cuenta que la normativa tiene que ser igual para toda España.

Ahora, ESTOS GENIOS DE LA POLÍTICA, se dan cuenta del error que significa ir por libre y están pidiendo que se aplique una norma para toda España. Estos, más amigos de su sillón, que de preocuparse por el mejorar el bienestar de sus “paisanos”, no se han dado cuenta, hasta ahora, del desastre que significa tirar cada uno para un lado.

Lo que está pasando con el COVID, pasa con cualquier otra cosa que se toque. Esto de que se apliquen determinadas normas con carácter nacional, nada tiene que ver con el pensamiento único que nos quieren implantar cuatro “tíos con pasta”, que compran voluntades políticas de todo tipo para convertirnos en zánganos o en obreros de su colmena.

Una cosa son las normas de construcción básicas y fundamentales de un edifico, que debieran ser las mismas en todas partes, por seguridad, funcionalidad y habitabilidad o las que fijen los que saben del asunto, y otra es, que tengan que ser idénticos, y uno no pueda pintarlo del color que se le antoje o darle la forma que más le guste.

Hay cantidad de ejemplos que demuestran que, aunque seamos diferentes y tengamos nuestra libertad, hay cosas en las que tenemos que coincidir y aceptar todos, no cómo un Iglesias que anda suelto, que habla del jarabe de palo, pero solo es bueno el suyo. Este si que ha conseguido una “buena taifa” y no la que tienen los presidentes de las EUCC.

Cuidaros y pasadlo bien. Andrés

 

.. NICANOR ¿Cómo andas?

 ¿NO ESTOY SEGURO DE QUE TE HAYAN ENTENDIDO LOS TAIFEÑOS?

.. ¡No, HOMBRE NO! Si se las saben todas. ¿Es que no ves lo bien que andamos? Somos los que votamos, los que no nos las sabemos. ¡Mira que como sea verdad este cuadro me ha llegado por las redes! Vamos a andar más que listos.


¿Te das “cuen”, cómo se superan los del progreso?

Y LOS DE LA CAVERNA. ¿NO TOMAN NOTA?

.. Ahí están, haciéndose “mimitos”… No se ponen de acuerdo ni para votar una moción de censura, ni para no aprobar los presupuestos.

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