domingo, 12 de enero de 2020

ENERO DEL 2020: EL DOCE A LAS DOCE



No sé el por qué, quizás por los fortines diseminados, quizás por la calle Balconcillos, quizás por lo que me cuentan amigos del pueblo, el caso es, que siempre he tenido, en la cabeza, la idea de que Valdemorillo era un pueblo en el que, el sentido de ser español y de derechas, estaba impregnando el sentimiento popular.

Por eso, esta mañana, domingo, doce de enero del 2020, cuando, al salir de Misa, me fui a la plaza del Ayuntamiento, me llevé un cierto chasco. Nos sacaron esta foto:


              
Para hoy, se habían anunciado, a bombo y platillo, concentraciones en las plazas de todos los Ayuntamientos de España. Es verdad que la propuesta venía de VOX. Pero, este que viste y calza, después de la sesión de investidura que hemos podido disfrutar y con la que nos han deleitado nuestros ilustres Diputados en las Cortes, en las que se ha visto que vale todo, todo, todo y más… Me hice la ilusión, vana, por lo que he visto, de que todos los partidos constitucionalistas apoyarían cualquier manifestación o propuesta en defensa de los intereses nacionales, como una FUENTEOVEJUNA del siglo XXI.

Todavía no se han dado cuenta las “derechas”, esas que no existen en España, que esta batalla se gana en las Cortes, pero, para eso, hay que llegar allí, y allí, no se llega, si no se trabaja en la calle o, es que alguien se cree ¿Que esta investidura se ha ganado en las Cortes? Allí han puesto el voto, el voto que ganaron en cualquier parte, menos allí dentro.

Con esa ilusión, acudí al encuentro anunciado y… De doce mil y alguno más empadronados en Valdemorillo, solo conté trece y dos que por allí pasaban. Con mucho cuidado, para no hacerme daño, “recogíme” el rabo entre las piernas y “fuíme” a mi casa, a llorar mi triste desventura.

Hace unos días, en radio nacional, hablaba una Señora sobre la lucha entre Israel y Palestina, con muy buen acierto decía: “El hablar puede salir caro, pero el callarse, es mucho más caro. Lo pagan nuestros hijos”. El que quiera entender que entienda. Como dijo Don Felipe: “El dolor vendrá después”.

Pasadlo bien. Andrés

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