Admitiendo
claramente que mi filosofía acerca de la visión política de la vida y de los
partidos políticos es muy cercana a la filosofía del PP, no puedo dejar de
pensar en lo que uno ve todos los días.
Llevo bastante
tiempo con dudas sobre la actuación política del Señor Rajoy. Me pregunto, una
y otra vez, si debía o no abandonar sus filas. Algo parecido me pasa con el PP
de Valdemorillo.
Ayer
escuche el discurso del Señor Rajoy y a continuación el del Señor Rubalcaba. También
he oído al Señor Lara. Mis dudas se han disipado de golpe. Mal que le pese a alguien
seguiré en las filas del PP, con carnet o sin él.
Convencido
de que unos y otros nos hacen trampas en el juego, me cuesta entender como personas
que han estado gobernando un montón de años y nos han puesto al borde de la
ruina, tengan el atrevimiento de exigir que, en dos años, los que gobiernan
ahora corrijan lo que ellos han destrozado durante sus ocho años de mandato
anterior, por no irme más atrás. Nadie se recupera de una deuda importante de
golpe, salvo si te toca la lotería varias veces seguidas, como le ocurre a
algunos sinvergüenzas.
Efectivamente,
estos dos últimos años han sido duros para muchos, no quiero ni pensar como
habrán sido para los que se han quedado sin trabajo o sin casa. Pero, Señor
Rubalcaba eso es lo que ustedes han dejado. Ustedes tuvieron la barita mágica
del poder antes y durante mucho más tiempo ¿Qué hicieron con ella?
Políticamente,
existirán razones que justifiquen el orden de prioridades que ha impuesto este
Gobierno, personalmente no estoy de acuerdo en algunas.
Primer
ejemplo: Se ha optado por lo más fácil, subir impuestos a todo el mundo, no se
han parado a pensar que esa subida afecta y perjudica principalmente a las
clases medias y bajas, a las clases altas no le ha afectado en su vida en nada,
en su cartera a lo mejor, seguramente para bien porque cuando se tiran los
precios, los que más tienen pueden hacerse con más bienes con el mismo dinero. “Dinero
llama a dinero” es un refrán bien cierto.
Segundo
ejemplo: Siguen con no sé cuantos asesores, coches oficiales, prebendas,
enchufados, funcionarios inútiles, Autonomías sin cuento, Diputaciones y
Ayuntamientos que sobran,… Como no le metan mano a esto, que se ha dado en
llamar “disminuir la estructura del Estado”, no saldremos de esta.
Tercer
ejemplo: ¿Por qué seguimos con unas Leyes que parecen hechas para que los
delincuentes de todo tipo se libren de la cárcel, de devolver lo que roban y
que puedan campar por sus respetos y entren y salgan de las Comisarias como
Pedro por su casa? ¿Cuándo van a separar el Poder Judicial del Poder
Legislativo y del Poder Ejecutivo? Estas cosas se las apañan entre PP y PSOE y
alguno más.
Cuarto
ejemplo: ¿Cuándo volveremos a tener confianza en nuestra clase política? Es muy
triste tener que ir a votar con estas premisas, premisas que hacen que nuestra
gente joven no quiera ni oír hablar de política. Hay buena gente a la que le
gustaría participar y sin embargo sale corriendo, porque sabe de antemano, que
nada más aparecer en una lita, lo van a calificar de chupatintas, en el mejor
de los casos.
Por hoy
vale.
Pasadlo
bien. Andrés