Como en tantas
cosas uno puede estar equivocado. Sin embargo, permitidme que opine sobre esta
cuestión.
No se si en
las demás casas ocurre lo mismo, pero en la mía, si no tengo para pagar a
alguien que me pode las arizónicas de mis vallas, de las mías, no de esas que
dicen que son mías porque las pío porque no me dejan aparcar en el aparcamiento
público que encierran, pues no le encargo a nadie que me las pode.
Nuestro
Ayuntamiento no hace lo mismo, todo lo contrario, presume de crear trabajo, no
serán muchos puestos pero los crea, o eso dice. Yo tengo la impresión de que
son puestos de esos que duran un tiempo y que son puestos pagados por la
Comunidad de Madrid, también creo que son trabajos de segundo orden para
limpiar jardines, hacer alguna acera u otras cosas menores. Hago notar que en Mojadillas no los he visto nunca.
No oigo a
nadie, medianamente sensato, que esté en contra de ayudar al que lo necesite,
aunque solo sea por egoísmo, porque mañana cualquiera de nosotros puede estar
en una situación precaria y puede necesitar esa ayuda.
Sin embargo,
hoy, hay un pensamiento muy generalizado que clama por una reestructuración del
Estado, esto es disminuir el número de personas que trabajan para el mismo.
Debo matizar esto de que trabajan. Me explico, no oigo a nadie que proteste por el sueldo que se le
da al que trabaja, esto es, al que se lo gana, solo oigo protestar por aquellos
sueldos que se tiran y, perdóneme Doña Pilar, en el Ayuntamiento de
Valdemorillo se tira más de un sueldo y hay muchos que no se ganan ni la mitad.
No ha mucho
hablaba con un amigo de un municipio cercano. Ciento sesenta mil ciudadanos y
veinte concejales, uno arriba o uno abajo. Nosotros con doce mil habitantes tenemos diecisiete
concejales. Ellos tocan a un concejal por cada siete mil seiscientos diecinueve
habitantes, nosotros a un concejal por cada setecientos dieciséis habitantes.
No se cómo
andamos en la comparación entre empleados del Ayuntamiento, pero mucho me temo que
pasará algo por el estilo. No importa Doña Pilar, no importa, usted contrate a
todo el que le haga falta, pero ponga en la santa calle a los que se están
tocando las narices y por favor, no me pida que le haga yo la lista de los que
sobran, que usted sabe muy bien quien está demás y encima se queja. Usted sabe
que aquí no se mueve una paja sin que usted lo sepa y lo autorice. Por el bien
de todos, no pierda usted ripio, muévase antes de que Don Mariano la mueva, no
se escude usted en la nueva Ley cuando no le quede más remedio, no haga usted
lo mismo que Don Mariano con lo de Estrasburgo. Por una vez sea “torera” pero
de verdad que estamos locos por aplaudirla.
Si no me he
explicado bien, lo puedo repetir más alto.
Pasadlo bien.
Andrés
No hay comentarios:
Publicar un comentario