Puede
que haya sido el mal tiempo o la influencia de las noticias que ponen en carne
viva nuestras miserias, el caso es que se entrecruzan, más bien se chocan, en
mi cabeza sentimientos de todo tipo. Desde la amargura de la “paz etarra” que
han comprado los gobiernos tragándose el sapo de Estrasburgo, hasta la posible
subida de la luz, ganada a pulso por las Eléctricas, los Gobiernos sin sentido
y los bienaventurados ecologistas, aparecen a la fuerza las noticias de los
desastres naturales, las guerras, el paro y el hambre.
Uno se
pregunta cómo pueden resistir esa gente a la que les toca todo lo malo ¿De
dónde sacan el valor para seguir adelante? Acaso algún Dios les alimenta con el
Don de la Esperanza o son sus mentes tan pobres que la rebeldía les es
desconocida.
Es
fácil no ser rebelde si se está chupando de la teta, al contrario, se puede ser
hasta pelota; si queremos verlos, solo hay que repasar las listas de cualquier equipo
de gobierno. Muchas veces nos es difícil ceder de aquello que hemos conseguido
con más o menos esfuerzo. Esto se entiende a poco que pensemos en nosotros
mismos, otra cosa es que seamos capaces de justificarlo y que nuestros
argumentos no sean rechazados por nuestra propia conciencia. Nuestro cinismo
nos hace tragar con lo que sea.
¿Qué
fue de la ilusión perdida? ¿Tengo que buscar a alguien que cargue con este
muerto? Seguramente, porque no es fácil de llevar.
Y luego…
llegaron las vallas, esas santas vallas que Doña Pilar adora, tanto… que no se
atreve ni a tocarlas.
¡Vaya
un día! ¡Menos mal que no pinto nada!
Pasadlo
bien. Andrés
No hay comentarios:
Publicar un comentario