sábado, 23 de junio de 2012

CONTUBERNIO DE MUNICH

      Ayer asistí al acto que presentaba M21 en el salón de actos de la Biblioteca de Valdemorillo. Cada uno de los asistentes y de los no asistentes tendrá su opinión sobre el particular, la mía es esta:
      Me pareció un acto entrañable y todo un detalle de un grupo de amigos hacia otro grupo de amigos ya mayores a los que no solo se les dio la oportunidad de recordar y pasar un rato agradable entre amigos. No estaba llena la sala, lo que hizo, quizás, que el acto fuera todavía más entrañable. 
      Habrá quien piense que era un acto político, bueno ¿Y por qué no? Si así fue, noté la ausencia de los concejales del PSE actuales y de algún progresista de los que se sientan en la mesa del Pleno. En aquel final de la época de Franco en el que se oía en cualquier parte lo del contubernio judeo-masónico y lo de la pertinaz sequía, apareció un movimiento cívico en Europa que, a su manera, hablaba de democracia. Según nos contaron ayer, a esa reunión de Munich fueron invitados representantes de todas las ideologías. Hay quien dice que no se invitó a los comunistas y quien dice que ellos solos se excluyeron. Vete a saber. Lo cierto es que ideologías diferentes se sentaron para trabajar en un objetivo común hacer el transito a la democracia mediante el diálogo. Como ejemplo de esa voluntad nos citaron a Ridruejo que dijo una frase  "En España empieza a amanecer" que es una frase de una de las canciones falangistas que muchos hemos cantado en el Colegio y en los campamentos juveniles.
        ¡Que difícil es ahora el diálogo!  ¿Como podemos ser tan torpes?
        Un Luís Chamarro, desconocido para algunos en esa sala, leyó un discurso en el que se daba un "pelín" de caña a todos los responsables con capacidad de gobernar en algo y lo hizo con el cuidado necesario para no herir susceptibilidades de nadie.
        La carta de una hija de Doña María Giralt que leyó el amigo Rafael Guardiola era difícilmente superable en su contenido y en su lectura.
        Bien estuvo Doña Pilar, nuestra Alcaldesa, en el saludo de bienvenida y la entrega de un recuerdo de cristal de los artesanos de Valdemorillo a los invitados.
        Al final, tuve la oportunidad de saludar y agradecer el detalle que habían tenido de compartir con nosotros un poco de sus vidas en un rato que resultó  muy agradable, a Don Fernándo Alvarez de Miranda, a Don Carlos Bru y a Doña María Giralt que me preguntó  ¿Y tu quien eres? Al decirle mi nombre me dijo ¡Ah, del cocodrilo! Si Señora, le dije. Y me fui con una sensación muy agradable.
       Pasadlo bien. Andrés

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