jueves, 7 de junio de 2018

LA ESPERANZA PERDIDA



Se me juntan demasiadas cosas en la cabeza: La primera Comunión de mis nietos, el descalabro de Rajoy, el palio “pa” Don Pedro, el parachoques por el suelo, el Corpus, el baile de la bandera, la romería a la Virgen de la Esperanza, el prado con cadena, los OKUPAS de mi calle, la próstata del lunes…

Un auténtico carajal, pero… vayamos a lo agradable.

El pasado domingo se celebró el Corpus. Es un día grande para los católicos. Antes se decía “Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol, jueves santo, el del Corpus y el jueves de la Ascensión”. No sé si el Gobierno de turno o la “pasta” que le puso decidió suprimir el jueves del Corpus y el jueves de la Ascensión. También pudo ser por aquello de “antes es la obligación que la devoción”, se olvidaron de que “primero Dios y después todos los santos”. Cosas “veredes…”

Bueno, celebramos nuestro Corpus, después de la Santa Misa, la procesión del Santísimo bajo palio,


los niños de la primera Comunión por delante y sus paradas en los altares populares que adornaban algunas fachadas.


No podía faltar, en Valdemorillo y en la plaza de su iglesia, el baile de la bandera de la Hermandad de la Esclavitud del Santísimo. Por primera vez, en la historia, ha sido una joven, Nuria Gamella, la que bailó la bandera, después de llevarla durante la procesión. Aquí la tenéis…


no fue la única, hubo unos cuantos más, alguno… valiente.


               
 Y… a esperar el próximo domingo, día del traslado de la Virgen de la Esperanza a su ermita en Valmayor.



De eso hablábamos, cuando alguien suelta “El prado sigue cerrado”. ¿Qué prado? “Pues el que está al lado de la ermita”. ¡No me digas! ¿O sea que el Ayuntamiento no ha conseguido que su dueño se lo ceda ni siquiera por unas horas? “Pues no”. ¿Habrán intentado negociar algo?...


Soy de los que piensan que hay que respetar la propiedad privada y si el dueño no permite su uso, solo queda aguantarse, pero… es una pena. Por mucho que se pudiera estropear la hierba y se quedaran restos de la fiesta, siempre, el Ayuntamiento, puede dejarlo limpio y compensar los posibles daños en la hierba. Pero, en fin, su dueño tiene su derecho, aunque nos prive de su disfrute.

Luci, échate “pa lante” y abre la cadena, déjanos disfrutar de tu prado. Gracias, muchas gracias.

 Pasadlo bien. Andrés

No hay comentarios:

Publicar un comentario