viernes, 17 de abril de 2020

COMPARACIONES ODIOSAS



Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas. A veces he comparado el diálogo con los independentistas, con el diálogo con el Ayuntamiento de Valdemorillo, para la recepción de urbanizaciones. 

Hasta ahora, el resultado ha sido el mismo, se dialogue o no se dialogue: Los independentistas siguen en sus trece, se quieren ir de España. Argumentan que todo les irá mucho mejor, hasta se morirán menos, porque manejarán mejor la lucha contra este virus coronado. En esto, hasta es posible que tengan razón, a juzgar por lo “rematadamente bien” que lo está haciendo este desgobierno socio-comunista-republicano de izquierdas.

Nosotros, los que queremos que desaparezcan las EUCC, también seguimos en nuestras trece, queremos ser barrios del “casco”, queremos ser tratados exactamente igual de bien o de mal que cualquier otro vecino del “casco”. Para el caso que nos hacen, da lo mismo dialogar que no dialogar, de hecho, no hay dialogo.

Nosotros, al revés que los independentistas, queremos entrar, en vez de salir. Da igual, los señores del poder no nos dejan, a ninguno, que nos salgamos con la nuestra.

En estos días, me han venido otras comparaciones a la cabeza, no se porque las llamo comparaciones, realmente son pesadillas.

    









 TOI SUSTAO


Andábamos por los siete mil muertos y, por eso de comparar, me preguntaba, ¿Cómo es posible que los doscientos del atentado de Atocha, le dieran el poder al PSOE y estos siete mil no se lo den al otro “bando”? Aunque solo fuera por la alternancia de marras. Pues no, parece que no pasa nada. ¿Será porque la política de Pablo Iglesias, esa con “coj.nes”, esté funcionando de verdad? Debe ser así, porque, ni con los diecinueve mil muertos que llevamos ahora, se les remueven las entrañas. Puede que no tengan, seguro que no tienen.

Llevamos más de diecinueve mil muertos. Bueno, hoy dicen que son más de treinta mil. ¿Será posible que no sepan ni contar? Y con este susto, sigo comparando, porque me viene a la cabeza Carrillo y Paracuellos del Jarama. Sí, ya se que no tienen nada que ver las balas de los fusiles y este virus coronado, este, necesita algo más de tiempo, pero es efectivo de… narices. Efectivo y selectivo ¡Cuidado que le gustan las residencias de mayores!

Comparando los datos que nos cuentan en las noticias, las fotos, las algaradas y demás dimes y diretes, uno no puede por menos de comparar las imágenes dantescas de los andenes de Atocha, después del atentado, publicadas en todas las cadenas, con los datos de estos días y las fotos de los féretros, fotos que los han empezado a sacar después de recibir unos cuantos tirones de orejas. ¿Será por esos quince millones de euros de nuestros impuestos que les ha dado el desgobierno a las televisiones que les aplauden? ¡Panda de pelotas y vendidos!  

Si hablamos de algaradas y manifestaciones, a uno se le caen los palos del sombrajo, cuando ve la que se montó con el ébola, por un tal Excalibur, que era un pobre perro. Eso sin haber ninguna persona muerta, salvo las dos que se trajeron para intentar salvarles, y ahora, con miles de muertos, ninguno de aquellos sale a decir nada. ¿Dónde están? Seguro que, en sus guaridas, escondidos como ratas. El que sí sale es Don Pedro, que ya ha olvidado las cosas que le decía al Señor Rajoy y a la Ministra de Sanidad Señora Mato, todo por un animal sacrificado. Hay que oírle entonces y ahora, ya se ha olvidado de aquello y presume de que lo está haciendo muy bien. ¿Será, porque consigue que el número de muertes se supere cada día? Lo mismo, era ese su objetivo, para aprobar la ley de la eutanasia y que se vieran sus beneficios con una demostración previa.

Con todo esto, Don Pedro Sánchez y Don Pablo Iglesias, fajadores dónde los haya, resisten impávidos los comentarios y las llamadas de atención en el Congreso. No solo eso, se han rodeado de un montón de ministros, a cuál más sincero, más comunicador, más genial… y sobre todo más inepto, más inútil, más ineficaz, más mentiroso, más pelota… todos, sin excepción, tratando de imitarles en su cinismo. Con todo esto, tienen el atrevimiento de pedir colaboración a la Oposición, dicen que para remontar la que se nos viene encima. CON UN PAR, sí, el del que lleva coleta, el macho alfa, el otro, me parece que no tiene y por eso lo ha escogido como socio o como parapeto y carne de cañón. ¡Vaya usted a saber! De Don Pedro se puede esperar cualquier cosa. 

Estoy convencido de que, aquellos, que, con sus votos les han puesto en el Poder, son buena gente, puede que alguno no, como en todas partes. En este momento, no sé cuántos les siguen apoyando. Si lo hacen, lamento no poder entenderlos y les preguntaría ¿Cuántos muertos necesitáis para que mandarlos a su casa?

Lo peor: Sigue habiendo gente que les apoya, entre ellos, algunos de mis amigos. Les pido perdón por no entenderlos. Conmigo que no cuenten ni un solo minuto, ni siquiera en esta lucha contra este virus, creo que lo han hecho tan mal que debieran irse del desgobierno, ya mismo.

Nunca me he levantado el primero de una mesa de negociación, sin conseguir lo que quería. Espero que la Oposición asista a la convocatoria de Moncloa, espero que no pacten nada con alguien que no cumple nada y miente más que habla. Espero que no se hagan ni una foto. Lamento que sea por este virus y no por otras muchas razones que no se den la mano. En estos momentos, creo que hace falta un gobierno de concentración con algunos elementos fuera de él. Por el momento creo que será imposible. Para mí, tendría que desaparecer el actual Consejo de Ministros entero y eso, no me dejan hacerlo, así es, que tendréis que aguantaros, por no haber votado lo que yo. ¿Qué, qué dices? ¿Qué a lo mejor lo habían hecho peor? Puede, pero esta vez os ha tocado a vosotros y lleváis más de diecinueve mil muertos, no lo olvidéis.

¡Va! No aprenderemos nunca.

Escribiendo estas cosas, me dicen que, Luis, también se ha ido. Un abrazo María.

Cuidaros y pasadlo bien. Andrés

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