jueves, 13 de agosto de 2020

ÉRASE UNA VEZ…

 



   



POR LOS QUE NO ESTÁN

Perdona Álvaro, ya se que soy un atrevido, pero,  lo siento así.


Érase una vez que se era… ESPAÑA. Una vez UNA, GRANDE Y LIBRE, con un destino en lo universal, o eso creía Uno que lo dejó todo “atado y bien atado”. Uno al que han sacado de su tumba cuarenta años después de muerto, han tenido que comerles el tarro a muchos para poder hacerlo. ¡Pobriño! Me pregunto ¿Con cuántos habría que hacer lo mismo y mucho más? El hilo conductor del cuento, lo dejo para el final, si no se me olvida.

 

Este cuento, cuyo parecido con la realidad puede ser pura coincidencia o no, empezó con el UNO, que tuvo la desgracia, según parece ahora, de ganar una guerra. Luego vino un tal Felipe, uno que, los señores de la pasta gansa, reunidos en Quebec, decidieron que él podría hacer lo que consideraban que les convenía. Los “ganseros” moviéronse deprisa, usaron su poder y su come-cocos, convencieron a los crédulos e inocentes votantes del momento y… ¡¡¡Bien, bien!!! Por fin, los cien años de honradez ganaron su podio.

Y ¿Qué pasó?

Pues nada, tuvimos democracia, cerramos los altos hornos y así entramos en el club de la Europa monetaria, que era lo prometido.

¿Y después?

Después, ponemos la LOGSE y esto está “chupao”, hacemos que se pueda pasar de curso sin aprobar. A decir verdad, esto ya pasaba, en los cuatro primeros años podías pasar de curso con dos suspensas, no troncales. En cuarto curso tenías que aprobarlo todo para hacer la reválida. En quinto y sexto, lo mismo y su reválida de sexto. Luego el preuniversitario, luego…

Al cuento…

No bastó la LOGSE, vino la movida madrileña con un tal Tierno. Me pregunto como yo pude votarle. Torpe de mí, a los tres días, se pasó a la honradez. Creo, con los años ya no estoy seguro de nada. Sé, que me sirvió para volver a mí “caverna”, desde hace unos años los “honrados” le llaman así, les gusta poner nombres, cambiar los de las calles… Con el Tierno y su movida apareció el destape, la minifalda, los divorcios a “gogo”, las drogas… Aquello fue la “leche en verso”, aquello era libertad y lo demás un cuento. ¡Viva la democracia! 

Pasaron unos años.

Aquellos de los cien años de honradez, se olvidaron un poco de ello, la corrupción acabó con el cachondeo y aquellos que presumían de haber conseguido la democracia, la democracia que les había regalado el de lo “atado y bien atado”, aquellos que se les llenaba la boca de progreso consiguieron llevarnos a una ruinera importante. Gente al paro y ¿Cómo no? Los inocentes votantes, se cansaron de la tomadura de pelo y, a la que pudieron, cambiaron el tercio.

Mira por dónde, vino un Chema, hablaba catalán en la intimidad, nos apretó un poco los tornillos y nos volvió a poner en el “candelabro”, otra vez éramos algo. Luego, los honrados corrieron la voz, la voz de que nos había metido en una guerra. Se hizo un par de fotos, una con los pies encima de una mesa y otra en las Azores. ¿A quién se le ocurre? Distraído en estas cosas, se despistó en la gestión de la investigación de un atentado, el de Atocha, un 11-M, allí se quedaron doscientos muertos. Debió ser muy grande el lío montado, al día de hoy, sigue tan claro cómo los trescientos atentados de ETA sin resolver, la cal viva o el chivatazo de un faisán…

¿Qué pasó entonces?

Pues, no les gustó a los votantes ese despiste y pusieron al mando a uno con grandes cejas. A mí me recordaba a un personaje de una película de miedo. Este Pepe-Luís tenía un gran corazón, me parece que quiso reunir a todas las religiones, hasta participó en una iglesia-mezquita o algo así, que hicieron en Suiza, con un techo muy… lo vi en la tele, ya no me acuerdo si me gustaba.

Este hombre fue una joya, pasará a la historia por su foto en la Casa blanca, junto a los Señores Obama, con sus dos hijas vestidas de negro al estilo “gótico”, “draculitas” para mí, es que estoy “chapao” a la antigua.  No sería buen cristiano si no recordara que nos hizo campeones en economía. Con su Plan E, nos hundió en una miseria de la cual todavía no nos hemos recuperado. Fue tan grande su bondad para ayudar a los más necesitados, que nos regaló dos o tres millones de parados, de esta forma podría ayudar a más gente.

Todo un genio. Inventó la memoria histórica, el matrimonio entre personas del mismo sexo, les regaló el arco iris, defendió a las mujeres como nadie, les dio el aborto “al gusto” como un derecho, convirtió a terroristas en hombres de paz, vale, vale, solo a uno… ¿Os parece poco lo que consiguió?

Visto lo visto.

Otra vez los votantes, lo quitaron de en medio y pusieron a Mariano. Sacó mayoría absoluta. Esto no le impidió dejar todas las leyes ideológicas que habían puesto las santas izquierdas españolas. Se escondió detrás de la recuperación económica, como si la filosofía de la vida, las creencias, las tradiciones, el pensamiento de cada uno, la verdadera libertad del ser humano, no significaran nada.

A pesar de sus intentos, le han tachado de “recortador” y más. Es una virtud de los dirigentes de izquierdas, no ven que los recortes buenos son los que ellos hacen poniendo a millones en el paro, eso no lo ven porque les interesa que así sea.

Total, con una trampa, algunos del Congreso lo pusieron de patitas en la calle, esos que viven de nuestra sangre y nuestros impuestos. Se juntaron las santas y bondadosas izquierdas, los hombres de paz, los separatistas y algún que otro con ganas de chupar de la teta y lo consiguieron.

Y ahora ¿Qué pasa?

Ahora se han juntado un buen par de dos, Don Pedro y Don Pablo, el progreso sanchista y el comunismo. Estos se llevan la palma. Son sinceros hasta la médula, han pactado hasta con el diablo y así nos va. Han tenido la suerte de la visita del COVID, le echarán la culpa de todo lo malo que nos pasa. Y… una buena parte de los votantes, se lo creerán.

Cuarenta y ocho mil muertos, dicen algunos, sellarán esta legislatura de izquierdas. Los muertos y una auténtica ruina que nos va a durar lo que no está escrito hacen pensar que este cuento no tendrá un final feliz.

Me falta el hilo conductor que recorre todo el cuento y algo más: Dos meteduras de pata.

Primera metedura de pata de lo más elemental, empezó Don Francisco, cuando después de terminada la Guerra Civil, metió, en Cataluña y en el País Vasco, los dineros de media España, todo para que dejaran de piarlas. Todos, sin excepción, todos los que han gobernado en democracia, siguieron su ejemplo benefactor, no solo eso, han pactado con ellos cediéndoles lo que esta escrito y lo que no está escrito. Siempre a costa del resto de España.

Segunda metedura de pata, pero esta, solo del centro derecha y de la derecha. Se han tragado todas las leyes educativas de la izquierda, las otras, las ideológicas también. Pero, esta, esta es la más dañina de todas. Hasta el punto que tenemos un Gobierno que dice que los hijos no son de los padres… Y… nos quedamos en casa, con nuestra mascarilla..., perdón, mordaza, cual perrillos amaestrados.

Y… colorín, colorado, que Dios reparta suerte, porque este cuento se ha acabado.

Pasadlo bien. Andrés


¿Qué dices NICANOR?

  TE FALTA LA MORALEJA.

Pues está clara: EDUCACIÓN, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN… EN EXCELENCIA Y LIBERTAD.

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