jueves, 13 de junio de 2013

LOS MINI JOBS



No se como define Doña Esperanza Aguirre este tipo de trabajos. Le oí o creí oír: “Que, en virtud de la situación económica que estamos pasando, era mejor un trabajo con un sueldo por debajo del salario mínimo que nada”.

¡Hombre! Teniendo en cuenta que si tienes hambre mejor es un mendrugo de pan que nada, no te digo ya si lo que tienes es mucha hambre. ¡Vale! Pero si pienso en lo vivido y en lo que me han enseñado mis mayores, tengo que decir que no debí escuchar bien o debí entender muy mal a Doña Esperanza o es una de esas cosas que alguien saca de contexto.

Yo empecé mis estudios gracias a las becas  que Hidroeléctrica Moncabril nos concedió a mi hermano y a mí si aprobábamos el ingreso de bachillerato. Cuando entré en la Escuela de Telecomunicación en la Politécnica de Madrid, tuve la suerte de que Moncabril tenía estudiantes colaboradores, así nos llamaban a los becarios, trabajábamos tres horas y teníamos un salario que nos permitía contribuir a mitigar las deficiencias propias de la situación y, además, nos permitía seguir estudiando. Nunca agradeceré bastante aquellas becas y aquella oportunidad de trabajar y el detalle que tubo la empresa en contratarme al terminar los estudios, allí desarrollé mi vida laboral siguiendo las vicisitudes de la Empresa y allí me he jubilado.

Entendamos bien las cosas, una cosa es una ayuda en forma de beca o salario de estudiante colaborador por una “mini jornada” y otra muy distinta que, por un trabajo, más o menos convencional, se quiera pagar por debajo del salario mínimo.

Yo puedo entender que cuando no hay medios económicos para satisfacer los derechos estos se pierden, por mucho que los demagogos digan o quieran otra cosa. Pero no puedo entender que te quiten tus derechos por la mala gestión de algunos políticos, sindicalistas y otros que se lo llevan puesto antes, durante y después de su gestión, todo por la cara.

Doña Esperanza: He estado muy cerquita de usted cuando ha venido por Valdemorillo y ha inaugurado ese local donde nos reunimos. Usted también tiene que limpiar nuestra casa de la gente que no da la talla o que hace de su capa un sayo. Ni usted ni Don Mariano tenían que haber permitido algunas de las cosas que pasan o han pasado. Por mucho menos a cualquier Presidente de urbanización lo tiran por la ventana.

¡Venga, anímese, suelte el pico y la pala un rato y coja la escoba de barrer inútiles, enchufados, sinvergüenzas,...! Y ¡Ánimo! Que no tengamos que escuchar cosas que avergüenzan al más pintado.

Se me olvidaba: NO PERMITAN USTEDES PACTOS COMO ESTE DE VALDEMORILLO, el Partido Popular no se merece esto y mucho menos los afiliados. ¿Hasta cuándo lo va a aguantar usted, Doña Pilar?

Pasadlo bien. Andrés

NOTA: No abro los anónimos, no perdáis el tiempo.

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