Antes de nada: Gracias a los agentes de la
Policía Municipal de Valdemorillo por atender, esta mañana, a mi hija y mis
nietos, también a los otros involucrados, en el accidente de coches en la
M-600, a la salida de la rotonda de Pino Alto, camino de Villanueva de la
Cañada. Gracias, muchas gracias, por vuestra atención.
La historia se
repite, a veces, hace muy bien en repetirse.
Disfrutaba de mis veinte años,
había empezado a trabajar en MONCABRIL, empresa a la que debo la mayor parte de
lo que soy y de lo que tengo, García Morato 33, poco después, Santa Engracia,
que es lo que era. Esto de cambiar los nombres a las calles no es nada nuevo,
gobierne quien gobierne, para esto y para mantener políticos inútiles, siempre
sobra dinero.
Aquella mañana, salía del metro de Chamberí
ilusionado, al doblar la esquina, apareció una Señora como de cuarenta, vestía
una falda oscura, creo que azul y una blusa trasparente, como de gasa o seda,
azul añil, del color de la pastilla para dejar la ropa blanca, debajo un
sujetador un poco más oscuro. Todo el mundo la miraba, yo también, en aquellos
días no era nada corriente una imagen como aquella.
Hace unos días, se rompió el
motor de la puerta de mi garaje, vino un técnico, después de verlo me comenta
“tiene toda la pinta de ser un fallo por una tormenta, llama a tu seguro,
porque es lo más probable”. Llamé al seguro, mandó un perito, bueno, con estas
cosas del leguaje de hoy, tengo que decir que era una perita, de unos treinta,
la mar de agradable, vestida de blanco, con una blusa de color blanco,
trasparente, de gasa o seda, qué más da, debajo un sujetador blanco. Tal imagen
me recordó aquella otra de azul añil y me vino la frase a la cabeza “una perita en dulce”.
Es verdad que todos los seres
humanos tenemos los mismos derechos, pero, gracias a Dios, somos muy
diferentes. De mí, nadie contará una historia parecida. Claro que si yo saliera
así vestido podría correr el riesgo de ser “atomatado”, incluso en carnavales.
Bueno, hoy, a lo mejor no.
También vale el título para esta otra historia, que ya no es tan
dulce y que algunos de nuestros políticos se encargan de ponerle el sabor de la
cicuta.
Hace unos días tuve la
oportunidad de ver en INTERECONOMÍA una “CONFERENCIA” repartida entre seis
participantes, ESPAÑA A DEBATE. Me parecieron gente que sabía de qué va esta
movida de las izquierdas unidas a los separatistas y filo-etarras. Si no
entendí mal, antes del 36, pero especialmente en el 36, se formó lo que dio en
llamarse “El Frente Popular”, fueron, si no entendí mal, los que empezaron a
quemar iglesias y matar, de ahí el Alzamiento Nacional. No iniciaron solo una
guerra política, era, también, una guerra religiosa contra la Iglesia Católica.
Ahora vuelven por sus fueros,
están queriendo reagruparse otra vez, están intentando formar otro Frente
Popular. Es triste ver cómo las “derechas” están pasando del tema y en vez de
reagruparse, a pesar de sus diferencias políticas, se tiran los trastos a la
cabeza. Desde hace tiempo vengo comentando que en España no hay “derechas”, el
Partido Popular ha olvidado su ideología, ha asimilado y aceptado la mayor parte
de las leyes que el PSOE ha puesto, véase la LOSE, la Ley de un aborto casi
libre, la Ley LGTBI y otras de menor calado ideológico y más aplicadas a temas
terrenales cómo los trasvases, potabilizadoras y demás.
Estos amigos de repartir lo que
no es suyo, lo que no han creado porque no saben crear, están repitiendo una
historia que dejó un montón de muertos y un “dictador” que, dicho sea de paso,
preparó las cosas para que pudiera haber una transición a la democracia
ejemplar. Me pregunto ¿Cómo es posible? Que alguno de esos repartidores le
puede comparar con Hitler, el que asesinó a seis millones de judíos,
olvidándose que ellos vienen de Lenin, Satalin y Trosky, que dejaron por el
camino cerca de cien millones de muertos y una dictadura con campos de
concentración en Siberia, bla, bla, bla… Estos amigos que quieren dinamitar la
Cruz del Valle de los Caídos, estos que disfrutan cuando ven que pegan a
policías, estos que queman banderas nacionales y retratos del Rey, estos,
dentro de nada, empezarán a matar y quemar iglesias si no aparece otro Franco
que les pare los pies.
¿Os parece exagerado esto qué digo? A mí también. Pero ayer, todos hemos
podido ver lo ocurrido en Barcelona y la arenga de un tal Torra, nada menos que
el Presidente de Cataluña. También podemos ver todos los días la pasividad de
un tal Pedro, Presidente de España por obra y gracia de esa gente, que no por
las urnas. Luego ponen a Rajoy a caer de un burro.
Finalmente, y visto lo visto…
¡¡¡QUE QUITEN LAS AUTONOMÍAS!!! ¿Qué pensabais que iba a decir? … Pues también.
Por cierto, siguen cortadas la calle Margaritas y la calle
Orquídeas por sendas barreras con candado. El Ayuntamiento de Valdemorillo,
incluida la Policía Municipal, no se dan por aludidos, a pesar del escrito
metido por Registro de Entrada. ¡Luís y Luís! Ya hace un montón de días que os
avisé, dejaros de pasaros la pelota y…
Pasadlo bien. Andrés
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