martes, 2 de octubre de 2018

UNA PERITA EN DULCE



Antes de nada: Gracias a los agentes de la Policía Municipal de Valdemorillo por atender, esta mañana, a mi hija y mis nietos, también a los otros involucrados, en el accidente de coches en la M-600, a la salida de la rotonda de Pino Alto, camino de Villanueva de la Cañada. Gracias, muchas gracias, por vuestra atención.

La historia se repite, a veces, hace muy bien en repetirse.

Disfrutaba de mis veinte años, había empezado a trabajar en MONCABRIL, empresa a la que debo la mayor parte de lo que soy y de lo que tengo, García Morato 33, poco después, Santa Engracia, que es lo que era. Esto de cambiar los nombres a las calles no es nada nuevo, gobierne quien gobierne, para esto y para mantener políticos inútiles, siempre sobra dinero.

 Aquella mañana, salía del metro de Chamberí ilusionado, al doblar la esquina, apareció una Señora como de cuarenta, vestía una falda oscura, creo que azul y una blusa trasparente, como de gasa o seda, azul añil, del color de la pastilla para dejar la ropa blanca, debajo un sujetador un poco más oscuro. Todo el mundo la miraba, yo también, en aquellos días no era nada corriente una imagen como aquella.

Hace unos días, se rompió el motor de la puerta de mi garaje, vino un técnico, después de verlo me comenta “tiene toda la pinta de ser un fallo por una tormenta, llama a tu seguro, porque es lo más probable”. Llamé al seguro, mandó un perito, bueno, con estas cosas del leguaje de hoy, tengo que decir que era una perita, de unos treinta, la mar de agradable, vestida de blanco, con una blusa de color blanco, trasparente, de gasa o seda, qué más da, debajo un sujetador blanco. Tal imagen me recordó aquella otra de azul añil y me vino la frase a la cabeza “una perita en dulce”.

Es verdad que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, pero, gracias a Dios, somos muy diferentes. De mí, nadie contará una historia parecida. Claro que si yo saliera así vestido podría correr el riesgo de ser “atomatado”, incluso en carnavales. Bueno, hoy, a lo mejor no.

También vale el título para esta otra historia, que ya no es tan dulce y que algunos de nuestros políticos se encargan de ponerle el sabor de la cicuta.

Hace unos días tuve la oportunidad de ver en INTERECONOMÍA una “CONFERENCIA” repartida entre seis participantes, ESPAÑA A DEBATE. Me parecieron gente que sabía de qué va esta movida de las izquierdas unidas a los separatistas y filo-etarras. Si no entendí mal, antes del 36, pero especialmente en el 36, se formó lo que dio en llamarse “El Frente Popular”, fueron, si no entendí mal, los que empezaron a quemar iglesias y matar, de ahí el Alzamiento Nacional. No iniciaron solo una guerra política, era, también, una guerra religiosa contra la Iglesia Católica.

Ahora vuelven por sus fueros, están queriendo reagruparse otra vez, están intentando formar otro Frente Popular. Es triste ver cómo las “derechas” están pasando del tema y en vez de reagruparse, a pesar de sus diferencias políticas, se tiran los trastos a la cabeza. Desde hace tiempo vengo comentando que en España no hay “derechas”, el Partido Popular ha olvidado su ideología, ha asimilado y aceptado la mayor parte de las leyes que el PSOE ha puesto, véase la LOSE, la Ley de un aborto casi libre, la Ley LGTBI y otras de menor calado ideológico y más aplicadas a temas terrenales cómo los trasvases, potabilizadoras y demás.

Estos amigos de repartir lo que no es suyo, lo que no han creado porque no saben crear, están repitiendo una historia que dejó un montón de muertos y un “dictador” que, dicho sea de paso, preparó las cosas para que pudiera haber una transición a la democracia ejemplar. Me pregunto ¿Cómo es posible? Que alguno de esos repartidores le puede comparar con Hitler, el que asesinó a seis millones de judíos, olvidándose que ellos vienen de Lenin, Satalin y Trosky, que dejaron por el camino cerca de cien millones de muertos y una dictadura con campos de concentración en Siberia, bla, bla, bla… Estos amigos que quieren dinamitar la Cruz del Valle de los Caídos, estos que disfrutan cuando ven que pegan a policías, estos que queman banderas nacionales y retratos del Rey, estos, dentro de nada, empezarán a matar y quemar iglesias si no aparece otro Franco que les pare los pies.

¿Os parece exagerado esto qué digo? A mí también. Pero ayer, todos hemos podido ver lo ocurrido en Barcelona y la arenga de un tal Torra, nada menos que el Presidente de Cataluña. También podemos ver todos los días la pasividad de un tal Pedro, Presidente de España por obra y gracia de esa gente, que no por las urnas. Luego ponen a Rajoy a caer de un burro.

Finalmente, y visto lo visto… ¡¡¡QUE QUITEN LAS AUTONOMÍAS!!! ¿Qué pensabais que iba a decir? … Pues también.

Por cierto, siguen cortadas la calle Margaritas y la calle Orquídeas por sendas barreras con candado. El Ayuntamiento de Valdemorillo, incluida la Policía Municipal, no se dan por aludidos, a pesar del escrito metido por Registro de Entrada. ¡Luís y Luís! Ya hace un montón de días que os avisé, dejaros de pasaros la pelota y…

Pasadlo bien. Andrés

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