jueves, 10 de diciembre de 2020

POR FAVOR, NO NOS PIDÁIS MÁS PACIENCIA o LA NUEVA LEY DEL SUELO DE LA COMUNIDAD DE MADRID

 




                                     POR LOS QUE YA NO ESTÁN

Titulo, esto que sigue, de esta manera, porque todavía no he leído la nueva Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, sé que ha salido hace unos días, ojalá pueda cambiar el título cuando la lea, porque esta ley solucione el desmadre que han permitido y siguen permitiendo muchos de los Ayuntamientos de esta Comunidad y la propia Comunidad.

Enredando con las “meigas” de mis escritos, me encontré con estos dos del 2004. A saber:

RECEPCIÓN DE URBANIZACIONES EN VALDEMORILLO

En Valdemorillo el fenómeno de las urbanizaciones periféricas es un hecho

que afecta al 50 % de la población empadronada (más de cuatro mil personas). El objeto de estas reflexiones es el de plantear una plataforma de debate constructivo dentro del municipio para conseguir una fórmula de recepción de las mismas por parte del Ayuntamiento que consiga integrarlas definitivamente en el conjunto urbano.

Una urbanización constituye un entorno urbanístico muy atractivo para vivienda permanente por estar enclavado en la naturaleza, fuera de la gran ciudad y tener un pueblo que le proporciona gran parte de la estructura social e institucional que los tiempos actuales exigen. Puede funcionar de forma autónoma a la hora de tomar decisiones de mejora de sus instalaciones o su mantenimiento. Esa independencia está basada en la constitución de Asociaciones de Vecinos obligatorias por la necesidad de crear una Entidad Urbanística de Conservación; estas asociaciones son el embrión de una organización social más o menos estructurada.

Estas ventajas están unidas a unas debilidades que se plasman en la realidad cotidiana. Las E.U. tienen un poder limitado, quedando sus obligaciones en el simple mantenimiento de la urbanización. No tienen poder ejecutivo, con lo que están supeditadas a la intervención del Ayuntamiento en lo que afecta a la disciplina urbanística. A lo largo de los años, los diversos equipos municipales han obviado sus obligaciones con respecto al funcionamiento de las E.U. (Por esto aparecieron URVA, ARLUV

y Nuevo Valdemorillo) Esto se ha notado de forma ostensible en la falta de

presupuesto público destinado a las Urbanizaciones. Esto obliga a costear de forma privada todas las infraestructuras de las mismas.

No queda ahí la ausencia municipal de las Urbanizaciones, al no haber recepción, los terrenos de uso público siguen sin estar registrados con la titularidad a nombre del Ayuntamiento. Esto plantea una irregularidad legal que se manifiesta en el mal uso de las zonas de uso público: Invasión de zonas verdes, viales y aparcamientos por personas privadas (Véase Mojadillas que este año TIRARÁ unos 36.000 euros por esas invasiones que el Ayuntamiento sigue sin atajar), falta de disciplina policial en las calles, vertidos de alcantarillado a zonas verdes (Cerro II), etc.

Estas debilidades nos colocan ante una serie de amenazas serias con vistas al futuro de estas zonas urbanas (tan urbanas a efectos urbanísticos y fiscales como cualquier parte del casco). Se produce un deterioro constante y un abandono de las instalaciones, quedando a expensas de que las Juntas Directivas de la Urbanización (que actúan de forma totalmente altruista) tengan ganas de enfrentarse al problema de tener que imponer cuotas crecientes al resto de los vecinos. No siempre habrá vecinos que sepan actuar de forma profesional con los problemas técnicos y económicos.

También se observa que la oposición a la gestión de las Juntas Directivas a veces deriva en confrontaciones vecinales (Véase: El Paraíso, etc.) que no ayudan nada a la pacífica convivencia que todos han buscado al venir a vivir aquí.

Todo indica que hay muchas situaciones que deben clarificarse y conducen

a la necesidad de intervención municipal en aquellos casos que necesiten poder ejecutivo. Para ello se necesita que las urbanizaciones sean recepcionadas. La fórmula es la que debe establecerse, ya que entendemos que los presupuestos municipales son limitados y no alcanzan para cubrir el coste de mantenimiento de los espacios urbanos; por su ubicación distante y desperdigada del casco. Es necesaria una presencia real y no de palabra del Ayuntamiento en la gestión de estas urbanizaciones y eso se consigue con el cumplimiento de la obligación registral de los espacios públicos en primer lugar y con la consiguiente intervención disciplinaria en el uso de esos espacios públicos.

Todo ello redundaría en una mejor convivencia en el conjunto del municipio.

La forma de recepción debe ser EXPRESA y pasar por la firma de un documento público entre el Ayuntamiento y cada una de las E.U.. En el mismo se deberían fijar las obligaciones económicas de ambos firmantes en la distribución de los gastos de mantenimiento de las zonas comunes.

En ese u otro documento debieran reflejarse seriamente las condiciones que debe cumplir cada urbanización para poder ser recepcionada y la forma de financiación de los trabajos de adaptación necesarios, olvidándonos del documento que envió el Ayuntamiento hace dos años a todos los presidentes de urbanizaciones, documento criticado por los actuales responsables del equipo de gobierno, entonces fuera, y ahora defendido por ellos y su asesor.

 

2004 08 03 VALDEMORILLO Y SUS URBANIZACIONES: RECEPCIÓN

POR PARTE DEL AYUNTAMIENTO ¿SÍ O NO?

 

Hablamos en este artículo de las urbanizaciones de Valdemorillo que no están dentro del casco urbano. De siempre, que yo recuerde, por vivencias personales o contadas por presidentes anteriores, existe un deseo, más o menos definido, de los presidentes de urbanizaciones que pide o exige, según los casos, al Ayuntamiento que recepcione las zonas comunes, viales y zonas verdes de las urbanizaciones. De hecho, siempre ha habido asociaciones como URVA, que se podía presentar a las elecciones municipales, o como ARLUV que en principio se creó como apolítica, pero que ha sido utilizada por NUEVO VALDEMORILLO con el mismo fin, que han pretendido, o eso decían, meter la cabeza en el Ayuntamiento para hacer algo por las urbanizaciones. En la actualidad, en general y con pequeños añadidos, el Ayuntamiento se hace cargo de la recogida de basuras, de la limpieza de las calles con una máquina (esto es un decir) y del pago de la factura del alumbrado, que se agradece.

En los días que vivimos hay un debate claro: ¿Interesa o no interesa la recepción? El Ayuntamiento se pone enfermo cuando se les saca el tema; da igual quien gobierne, véase el caso actual: Jesús Sabugo (con su asesor Rafael Nadal) defendía el día antes de formar parte del Equipo de Gobierno, que las exigencias del anterior Equipo de Gobierno eran absurdas e incumplibles. Ahora dice con toda naturalidad que no hay que hacer un documento nuevo de exigencias porque ya tenemos uno.

Por parte del Ayuntamiento está claro: Recepcionar las urbanizaciones y hacerse cargo de su mantenimiento representa un coste que no se puede asumir. Esto lo entiende y debe asumirlo cualquier hijo de vecino. Cada urbanización tiene un convenio con el Ayuntamiento (Firmado cuando se creó) en el cual se especifica que el mantenimiento corre a cargo de la urbanización en cuestión. No estaría de más revisar esos convenios y actualizarlos. Si uno lee el artículo 68 del CAPITULO IV del Real decreto 3288/1978 de 25 de agosto, del REGLAMENTO DE GESTION URBANÍSTICA, entiende claramente, que los gastos de mantenimiento no tiene por qué pagarlos el Ayuntamiento.

Por parte de las urbanizaciones es otro cantar:

- En estos meses parece que despierta el interés del Ayuntamiento por urbanizar todo lo posible y este afán, más o menos sospechado o real, hace que más de un vecino se pregunte ¿Si estos del Ayuntamiento nos recepcionan, nos van a recalificar las zonas verdes y nos las van a llenar de casas o de bloques, que es peor? Si este mal pensamiento se cumpliera, se rompería la forma de vida por la que muchos hemos trabajado y sacrificado, de siempre, otras cosas. Pero es que en apartado 3 del punto 214 del CAPÍTULO PRIMERO, TITULO IV, del Reglamento antes citado dice claramente que ningún programa de actuación podrá alterar los usos previstos en el Plan General.

- Hay más: Uno lee la Ley del Suelo, en especial lo relacionado con las Entidades Urbanísticas de Colaboración, apartado que no está desarrollado del todo, pero que dice claramente que el Ayuntamiento debe hacerse cargo de la urbanización una vez que esté construido el 50 % (cosa que cumplen todas las urbanizaciones en la actualidad) y esa colaboración de mantenimiento no debe superar los cinco años (cosa que también cumplen todas).

Hay un paso previo a todo esto y que mucha gente olvida, obvia o desconoce: Es la legalización de las urbanizaciones. Expliquemos esto: Si no todas, casi todas las urbanizaciones proceden de una finca matriz de la que se han ido segregando parcelas, hasta que se han segregado todas las que forman la urbanización. En ese punto, el dueño de esa finca matriz debía haber hecho cesión del resto al Ayuntamiento, mediante escrito ante

Notario, cosa a la que obliga el Planeamiento Urbanístico; sin embargo, en

su momento no se hizo. Ahora el Ayuntamiento puede hacerlo, pero no hay voluntad política de hacerlo ¿Verdad Señor Sabugo? Es más fácil ir quemando presidentes, uno a uno, lentamente ¡Como se van reponiendo!

Si se escapa alguno, suerte para él. Los que van llegando siempre tienen la esperanza de que las buenas palabras que les dan serán cumplidas. Personalmente creo que la recepción evitaría problemas entre vecinos y haría más fácil la gestión de la urbanización. No olvidemos que el Ayuntamiento tiene poder ejecutivo, las Juntas Directivas o Gestoras no le

tienen. Si en el momento de la recepción una urbanización tiene algo que no cumple la normativa vigente, el Ayuntamiento puede obligar a que se haga bien, o hacerlo y cobrarlo y lo cobraría. La urbanización lo tiene bastante más complicado.

 

Bueno, pues, en diciembre del 2020, seguimos mareando la perdiz, la pobre ya no sabe si es una perdiz o un pato mareado.

 

Después de releerlos, he echado cuentas, unas que hago de vez en cuando, intento ver lo que significa, en términos relativos en la viva del hombre, el tiempo que dura un “mal o un daño” ejercido por el poder sobre una persona en particular o sobre un grupo de personas. En este caso concreto, me refiero al abuso y/o abandono, así lo considero, del ejercicio de poder y abandono que el Ayuntamiento de Valdemorillo ejerce sobre la mitad de sus empadronados, sobre todos aquellos que vivimos en las urbanizaciones. Si tengo setentaiseis (76) años y llevo enredado y sufriendo esta historia desde 1992, es decir VEINTIOCHO AÑOS (28), significa EL 36,8421053 % DE MI VIDA. ¡Vamos, vamos, el aperitivo! Cómo quien dice.

Por favor, señores que os sentáis en la mesa del Pleno, no nos pidáis más paciencia.

 

Pasadlo bien. Andrés

 

¿Cómo lo llevas, NICANOR?

   ANDA, ANDA, ¡QUE TE HACES UNAS CUENTAS!

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