miércoles, 9 de enero de 2013

EL BELÉN DE DOÑA CARMEN


Como dice un amigo mío “Terminado el aquelarre de los días navideños os deseo que este año 2013 os sea propicio y mejor que el 2012”, más o menos.

Tenía entendido que un aquelarre era una reunión de brujas, una fiesta, con orgía o sin ella. Como sé que mi amigo sabe un montón, seguramente utiliza la expresión para llamar la atención sobre el sentido de estos días que, naturalmente, para cada uno tienen un significado diferente y que depende de tus creencias, de si eres comerciante o no, de si tienes trabajo o no lo tienes, si te pagan bien o no, si temes perder tu trabajo o acabas de perderlo,... Dicho de otra manera: Nuestros sentimientos y nuestro aquelarre particular son modelados por nuestras circunstancias, también por nuestros políticos y aquí viene lo del Belén.

Era el día cinco de enero, a eso de las ocho y cuarto, disfrutaba con mis nietos y mi familia del retorno de los Reyes Magos calle abajo, en la Plaza del Ayuntamiento, junto al coqueto Belén de los peluches gatunos, conejiles y lechuzanos que, a falta de vaca y mula, expulsados del Portal por nuestro Papa, acompañaban y daban calor a nuestro Niño y a sus Padres en estos días tan entrañables, a veces.

Coincidí con dos amigos de Mojadillas y nos alegramos de vernos y después, de los saludos de rigor, me piden que trasmita a nuestra Señora Alcaldesa algunas cosas: Que la urbanización está cada vez peor, que donde está nuestro IBI, que ni siquiera pasa la barredora, que no hay derecho a que paguemos dos sueldos de Alcalde, que trasmita al Partido que dejen de apretarnos las tuercas, que den ejemplo,…

¿Por qué no se lo escribís? Pregunté…

No nos lo tomes a mal, no es nada personal contra ti, pero sabemos que tú tienes un acceso más directo,…

Bueno. Por mi parte dicho queda.

Seguramente mi amigo tenga más razón que un santo en eso del aquelarre. Estamos viviendo días duros y si miramos el ejemplo que nos dan o nos han dado algunos de nuestros políticos, esto es un aquelarre elevado a la enésima potencia. Que nadie se confunda, la fiesta no es para todos, solo para ellos, para los brujos del poder.

Dicen que los peluches han costado 500 euros. Aunque hubieran costado cinco ¿Qué falta hacían? A lo mejor los ha pagado Doña Carmen de su bolsillo, de esa paga extra que no se quitaron y que se descontarán a lo largo de este año en cómodos plazos. Doña Pilar, no puede usted jugar con el pan de la gente.

Por hoy basta. Pasadlo bien. Andrés

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