El pasado domingo, 29 de abril de 2015, este
servidor vuestro, estuvo merodeando en los alrededores del Pabellón de Fiestas.
Era mi objetivo ver lo que pasaba en la Asamblea del Cerro I. No era mi
intención ser un vulgar cotilla, más bien intentaba conocer cuáles son las
razones por las que unos están de acuerdo con la firma del Convenio con el
Canal de Isabel II para la gestión del agua y renovación de la red y otros
están en total desacuerdo.
Es de todos conocidos que este es un problema
antiguo, en especial para los que vivimos en urbanizaciones. El problema se
hace cada más grande porque las redes de agua son de fibrocemento, material ya
obsoleto y retirado de la circulación por ser cancerígeno. Tiene, además, un
problema añadido y es el de su vejez. Como algunos somos así de brutos, nos
preocupa más el de su vejez que el cancerígeno. Hay que reconocer que lo de
cancerígeno es más importante y peligroso cuando se está fabricando la tubería
que después, si mantuviera la misma peligrosidad ya estaríamos todos muertos.
En cualquier caso parece que muchos le dan más importancia al dinero que a una
posible enfermedad o a que, el día menos pensado, se colapsen las redes y nos
quedemos sin agua.
Soy partidario de renovar las redes, cuesten lo
que cuesten, y soy partidario de renovarlas con el Canal. Tengo dos razones,
que me obligan a pensar así, son:
- Estoy harto de
las peleas entre vecinos porque este no paga, el otro roba el agua, este quiere…
- Por nada del
mundo volvería a estar en una Junta Directiva, estuve ocho años de Presidente y
cuatro de Vice-Presidente. Al final me tiraron por la ventana de mala manera,
con cierta razón, un administrador (JC) se llevó dinero del banco, los de la
Junta no nos enteramos y los que tenían firma tampoco. Esto no quita que no
ayude al Presidente en cualquier cosa que me pida para el bien de la
Urbanización, a pesar de la diferente opinión que tenemos con relación a varios
temas, este del convenio uno de ellos. Digo esto, porque si yo no quiero tener
responsabilidad ninguna en este asunto del agua ¿Por qué voy a exigirle a nadie
que se rompa la cara por mí frente a cualquier otro vecino? Además gratis.
Con el suministro eléctrico no hay peleas, con el
gas o el teléfono tampoco. El que tiene alguna queja acude a su compañía
suministradora ¿Por qué con el agua tenemos que sufrir estas movidas?
Es frecuente echar la culpa a los “políticos” de
algunos de nuestros males, yo el primero, pero, como dicen, los políticos los
hemos puesto nosotros y si nosotros no somos capaces de arreglar nuestros
problemas ¿Por qué tienen que arreglarlos ellos? Difiero un poco de esta
opinión, los políticos cobran por hacer su trabajo, que muchas veces no es nada
fácil, y que no debe ser otro que el de facilitarnos las cosas para que podamos
vivir mejor. En algunos casos ni siquiera cobran. Hay de todo.
Ya había empezado la asamblea cuando llegué,
había gente en la puerta y me enrollé con el que se dejó.
Lo primero que me llamó la atención es que no
estaba la señora Villanueva, la que dijo en el último Pleno que ella asistía a
todas las Asambleas, luego me explicaron que la habían pedido que no fuera. Pienso
que esa es una forma como otra cualquiera de eludir sus responsabilidades, en
la próxima campaña electoral quizás explique sus razones de esta y otras
actuaciones.
Lo segundo que me llamó la atención fue que asistió
la Señora Alcaldesa de Navalagamella. Parece que fue, única y exclusivamente,
para hablar del Convenio con el Canal. Vaya si lo hizo, no había terminado el
presidente de explicar el citado convenio, cuando le corta porque tenía un acto
a la una y dice, más o menos: “El diez por ciento de la urbanización
pertenece al término de Navalagamella. No voy a firmar este Convenio,
tengo documentos que me han facilitado Concejales de Valdemorillo. El tema está
en el Juzgado y por tanto hasta que no se resuelva no vamos a firmar nada.”
El Presidente le retiró el micrófono y dijo, más o menos: “No hay nada más
que hablar, este Convenio se basa en que lo firmen los dos Ayuntamientos, el
Canal y la Urbanización y si un Ayuntamiento dice que no lo firma no hay porque
perder más tiempo”.
Está claro que la diferencia entre Valdemorillo y
Navalagamella, en este asunto, es grande. En Navalagamella, la gestión
comercial del agua la lleva el Canal, la renovación de la red parece que la
harán ellos por su cuenta. En Valdemorillo, todo lo lleva el Canal, se entiende
que en el casco. Por cierto, a ningún vecino del casco se le preguntó si
querían firmar el Convenio o no. Se hizo y se terminó la discusión. No sé
porque las urbanizaciones tenemos que andar votando y con discusiones entre nosotros.
Bueno, creo que es porque es más cómodo dejar que nos peleemos entre nosotros
que arreglar un asunto que lleva más de cuarenta años dando guerra. ¿Para qué,
si se cobra lo mismo?
Aunque considero que el Convenio sale caro, tengo
que agradecer al Ayuntamiento de Valdemorillo que negocie con el canal y que
intente que se llegue a un acuerdo, no solo no pone trabas, todo lo contrario y
de hecho ha conseguido que el Canal asuma la realización de los Planes
Directores de todas las urbanizaciones. Es arriesgado decir esto, uno se expone
a que alguien diga a tus espaldas que “tanto interés es por lo que esperas
que te dé la Señora Alcaldesa”. No lo digo de “coña”, en esa Asamblea, el
Presidente llamó calumniador al Señor Represa, por un panfleto que había
divulgado, que, allí mismo, reconoció que era suyo y que no quiso firmarlo. Se
quejó de que se le insultaba, pero no tuvo ningún problema para, al salir del
Pabellón, decir lo que os acabo de contar entrecomillado. Se calló cuando le
dije que no tenía razón y que yo estaba a favor del Convenio, costase lo que
costase, precisamente porque no tenía
ganas de discutir con mis vecinos.
Tengo la completa seguridad de que si no hubiera
intervenido la Señora Alcaldesa de Navalagamella, de IU, el Convenio se hubiera
firmado. Lo digo porque en el punto de elegir una nueva Junta, el Señor
Represa, que se propuso, tuvo muchos menos votos que la Junta actual, muchos
menos.
Una cosa no quita la otra. Apoyaré cualquier
gestión del Ayuntamiento para resolver este asunto, pero en mi opinión se queda
muy corto, aunque menos da una piedra.
NOTA: No puedo terminar sin recordarle a la Señora Alcaldesa que en la calle
Flor de los Almendros números 7, 9, 15, 17, 19 y 21 siguen siendo ocupados los
seis aparcamientos de uso público que hay entre las parcelas citadas y la calle,
casi mil metros cuadrados.
Pasadlo bien. Andrés
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