Cualquiera
que haya visto la película de Steve Hopkins, pensará, en algún momento, que
estamos locos. Sin embargo, la realidad supera la ficción ampliamente. Para
convencerse solo hay que poner las noticias de cualquier emisora.
Dice
un dicho popular: “La mitad de este mundo está para fastidiar a la otra mitad”.
Hay otro dicho que seguramente se ajuste más a la realidad del ser humano:
“Esta
vida es un carajo
en
forma de gallinero
y
los que suben primero
se
ciscan en los de abajo”
En
estos días de incertidumbres políticas, a todos los niveles, podemos ver,
porque no se ocultan, el desparpajo de algunos de nuestros líderes. El
desparpajo y la poca vergüenza. Hasta se amparan en sus principios, en esos que
a la hora de pactar cambian con pretextos de tres al cuarto. Da igual el nivel
al que mires, da igual el partido que toques. En lo único que parece que se
ponen todos de acuerdo y muy rápido es en aplicarse un buen sueldo.
Tantos
puntos cómo ponen encima de la mesa y sin embargo no hay una lista ordenada de
sueldos desde el Presidente del Gobierno al nivel más bajo de los funcionarios.
¿Cómo puede cobrar más un Presidente autonómico, o un alcalde, que el
Presidente del Gobierno? ¿A qué viene haberles pagado el sueldo la legislatura
pasada? ¿Por qué en los Ayuntamientos la Oposición cobra menos que el equipo de
Gobierno? ¿Con que cara les pedimos que hagan Oposición?
Me
pregunto ¿Porque tienen que pactar ahora? Que gobierne de inmediato el que más
votos haya sacado y que sude la camiseta en el Congreso.
¿Qué es eso de que si
no se ponen de acuerdo no hay investidura y perdemos no sé cuantos meses y un
montón de oportunidades? ¿No es esto una corrupción política de tamaño mayúsculo?
¿No dicen que estamos en una democracia parlamentaria y no presidencialista? ¿No
significa eso que el Presidente no pinta nada si el Congreso no aprueba sus
propuestas? Pues, que se dejen de pamplinas y trabajen en el Parlamento.
¿Por
qué no hay una segunda vuelta entre los dos primeros? Si, si, ya sé que hay una
Ley electoral que cumplir. ¡Pues que la cambien! Ni para eso se ponen de
acuerdo, no les interesa, les va más esta movida, cuanto más revuelto esté el
río mucho mejor. ¡Y luego se hartan de decir que trabajan para nosotros, para
el pueblo!
Viendo
lo que ocurre a nivel de Estado ¿Por qué nos vamos a extrañar de lo que pasa en
los Ayuntamientos? Si, en Valdemorillo, la Aparejadora da licencias mal dadas y
dice que da lo mismo y la Alcaldesa se lo admite ¿Qué razón hay para que mis
vecinos no se queden con los aparcamientos de todos? No sé ni cómo me atrevo a
piarlas.
Además,
si los vecinos se callan como corderos ¿Quién soy yo para exigir mis derechos?
Si en vez de quitarnos mil metros, de los noventa mil que tiene públicos la
urbanización, les quitaran de sus parcelas un pellizquito, seguramente ya no estarían
tan calladitos.
Esto
en MOJADILLAS, pero a nivel Ayuntamiento, Autonomía y Estado ocurre lo mismo,
todo el mundo se calla y traga con lo que sea. Si, se hacen algunas
manifestaciones, y las contrarias, pero cómo son manejadas por interesados que
las mueven para tener luego su rendimiento político, pues no hacemos nada.
Lamentablemente
creo que hay una mayoría interesada en que las cosas salgan mal. Lo peor de
todo es que, si no lo consiguen, ponen muchos palos en las ruedas. Esto me hace
pensar que no se callan como borregos, se callan como otra cosa.
Hoy estoy bajo la influencia del dentista y no me perdonaría no romper una lanza por la buena política y los buenos políticos, que los hay y muchos.
El
que quiera entender que entienda.
Pasadlo bien. Andrés
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