El lunes por la mañana estuve en
el Ayuntamiento. Quise ver la licencia que el habían dado a mi vecino de
enfrente para cambiar la puerta de la valla. Es verdad, mi vecino Christian
solicitó una licencia para cambiar la puerta de la valla y se olvidó, muy astutamente, de decir que esa valla está fuera de
sitio y la Señora Aparejadora, Doña Paz, no se fijo y dio la licencia, detrás firmaron
la Señora Villanueva, el Señor Secretario y la Señora Alcaldesa. Parece que
firman en barbecho, después de quince años, todavía no les suena la Calle Flor
de los Almendros.
Este hecho me hace concluir que,
seguramente, más de una vez la culpa de lo mal que se hacen algunas cosas no es
de los políticos, es por culpa del funcionario de turno, por su negligencia, no
saber hacer, por rutina o pasar de las cosas.
Me soltó una frase Doña Paz que
la he oído más veces, como si fuera una consigna que ya se saben todos los
funcionarios del Ayuntamiento de Valdemorillo y es “No te preocupes, es igual,
el día que se tiren las vallas se tira todo”.
Después, fui a ver a la Señora
Villanueva y le conté que esa licencia estaba mal dada y que procedía anularla.
Me dijo que lo miraría y de paso me da un tirón de orejas: “Andrés, te pido por
favor que, antes de hablar, te informes y no vayas diciendo por ahí que yo agredo
a nadie”. Estoy convencido que yo no he dicho eso, si he contado la discusión
(Perdón, me corrige, el intercambio de opiniones) que tuvieron en su despacho
ella y la Arquitecta a cuenta de un informe en el que no están de acuerdo,… Me
contó lo que había pasado, lo que por la tarde contó en el Pleno y hasta me dio
una copia del informe origen de este asunto. (Ver en MI PLENO PARTICULAR que
sigue)
Cuando se está entre amigos,
es fácil confiarse y no prestar demasiada atención a lo que se dice, me apunto
el tirón de orejas y tendré más cuidado en el futuro. Pero dudo mucho que
utilizara la palabra agresión y menos sabiendo que había una denuncia de por
medio.
Pasadlo bien. Andrés
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