Esta mañana estaba yo ordenando trastos en mi jardín cuando
oigo el ruido de una puerta corredera, de esas de paso de carruajes, en un
sitio nuevo. Intento averiguar dónde está y compruebo que es la puerta nueva
que ha instalado mi vecino de enfrente, el del número siete de la calle Flor de
los Almendros.
Nada tendría este hecho de particular si no fuera porque
este vecino y cinco más se han adueñado de unos ciento cincuenta metros
cuadrados de aparcamiento de uso público. Llega la Policía y para mi asombro, mi vecino enseña dos licencias de obra menor otorgadas por el Ayuntamiento. Hace unos
días mi vecino se puso a trabajar en el acondicionamiento de la entrada, lo ha
puesto de hormigón y piedras planas y me parece bien, todos hemos arreglado de
una forma o de otra la entrada de vehículos a nuestra parcela, lo que no me
esperaba es que también cambiara la puerta de la calle.
Tengo que felicitar,
en primer lugar, a mis vecinos de enfrente por el cuajo que tienen, no solo
se apropian de un terreno que es de uso público, si no que, además, consiguen
que el Ayuntamiento les den licencia para modificar una valla que incumple las
normas urbanísticas y que nos impide a los demás usar ese espacio público. ¡Vivan los bemoles de mis vecinos!
En segundo lugar, he
de felicitar a la Señora Villanueva,
responsable del Área de Urbanismo en el Ayuntamiento de Valdemorillo,
porque, siguiendo el ejemplo de su predecesora en el cargo, da licencia para
instalar una puerta en una valla ilegal. Doña Mercedes, en su día, anuló la
licencia que se había dado y envió varias veces a la Policía para parar la obra.
No le sirvió de nada, el cuajo de Don Antonio, el vecino del número 9, al que
llaman El Portugués, le permitió chulearse
de la Policía, de la Concejala, del Ayuntamiento y de todo el mundo, se chuleó
y se sigue chuleando, con un par. Ahora parece que le ha tomado el relevo el Señor
Christian. Todo esto con el beneplácito de Doña Carmen Villanueva Bautista,
Vice-Alcaldesa por más señas, que ha permitido que la sanción que les había
sido impuesta, del orden de 8.000 euros por barba, se olvidara en el baúl de
los recuerdos y caducara. No entiendo cómo puede caducar una ocupación de terrenos
de uso público. No, eso no caduca, puede caducar la multa, ¡Oiga, pues pónganles
otra! ¿Cómo va la Señora Villanueva a actuar contra estos señores o a no darles
una licencia, si ella ha instalado una canasta de baloncesto en la acera de su
parcela por la cara?
Otra cosa ¿Cómo pretende
el Ayuntamiento que sea la E.U.C.C. Mojadillas la que se encargue de derribar esas vallas? ¿Cómo tiene el Ayuntamiento la desvergüenza de dar licencias que
nosotros hemos de derribar después? ¿Es que nos está comprometiendo? ¿Nos está
llamando, una vez más, idiotas o algo peor?
Señores del
Ayuntamiento, en este asunto, lo están haciendo ustedes mal y a posta, si
no es así es que no saben lo que hay que hacer y en ese caso váyanse a su casa,
no quiero que lo que me sacan de impuestos sirva para pagar inútiles. Considero
culpables de esta historia a todos los políticos que están en el Equipo de
Gobierno, a los responsables directos por serlo, a los otros por permitirlo y a
la Oposición por ignorarlo y a los funcionarios de primer nivel por dejarse
chulear, no se si por los vecinos atrevidos o por sus jefes.
No sabe usted Doña Pilar la rabia que me da tener que escribir
estas cosas.
Aunque yo en este momento esté un poco mosqueado, pasadlo
bien, que al fin y al cabo es lo que importa. Andrés
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