Hace unos días comentaba
sobre qué era lo mejor o más sensato para nuestro sistema de Gobierno. Después
se ha hablado de la posibilidad de aforar o no y de cómo hacerlo al Rey Don
Juan Carlos.
Por lo que he oído y
visto en televisión, en una y otra cadena, a personas con poder dentro de los distintos
partidos políticos de nuestro Arco Parlamentario llego a la conclusión de que realmente soy monárquico.
Estoy convencido de que
en este País nuestro, que se llama España, los únicos que parecen tener derecho
de pernada son algunos políticos de tres al cuarto que se lo llevan crudo y que
viven de nuestra ignorancia y de nuestros impuestos.
Entiendo que ser
republicano o no, no depende de que uno sea de derechas o de izquierdas, el
hecho de que tengamos más de 10.000 aforados ya me parece un delito, una
estafa, un engaño, una tomadura de pelo, como tantas otras y me cuesta no
tirarme al monte. Espero que el Partido Popular tome nota y empiece de una vez a
limpiar nuestra casa ¡Vais muy lentos! A este paso nos come la miseria. ¿Cómo
habláis de transparencia con esa suavidad? ¿Tenéis miedo de algo? Si tenéis
miedo ¿A qué esperáis para marcharos a vuestra casa? Don Mariano, si no se van échelos
usted.
Considero canallas a
todos aquellos aforados que se han negado o se abstuvieron en la votación para
aforar al Rey Juan Carlos. Como nuestras leyes parecen hechas para los sinvergüenzas,
la mayoría de las veces, a lo mejor eso de canallas lo tiene que decir un Juez.
Bueno, pues que se queden en presuntos canallas.
Aquí parece que hay que
medir las palabras, puedes apropiarte del terreno público sin que se metan
contigo, pero cuidado con lo que dices.
Pasadlo bien. Andrés
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