DIMITIR NO ES RENDIRSE, NI MARCHARSE

Parece que hay más amigos que piensan que hay que ir dejando paso a las nuevas ideas y/o generaciones. Esto no va siempre unido, ni tampoco es siempre bueno. Hay que tener cuidado con eso de dejar pasar a los jóvenes, siempre se ha tenido en cuenta al “sénior” y pobres de nosotros si no respetamos ese principio tan antiguo como la propia naturaleza, dicho sea en el sentido más amplio de la palabra.

Dimitir es darse cuenta de algunas cosas, cómo: Que ya te es difícil aguantar el tirón, qué quizás ya no encajes como antes, qué la vida es cambio, que hay que aplicar aquello de “renovarse o morir”, ya sea como animal, como persona, como especie o como sociedad.

Una buena parte de lo que nos está pasando, en la política de estos días, se viene gestando desde hace tiempo. Si la vida es pura evolución ¿Por qué no hemos ido cambiando algunas de las leyes que nos hemos impuesto? Por ejemplo: La Ley Electoral o algunas partes de la Constitución. Cambiar no quiere decir destruir lo existente, es ver lo bueno que tenemos y mejorarlo, es quitar lo malo y lo destructivo.

No creo en esta política de pactos que algunos dicen que es lo que quieren los votantes. No me lo creo. No puedo creer en salvadores de la patria que nos quieren igualar a todos por abajo o que prometen lo imposible. Tampoco creo en aquellos que quieren independizarse de España o que no condenan el terrorismo y mucho menos en aquellos que se ocultan bajo siglas de otros.

Dirigentes del PSOE, creo que os equivocasteis de dóberman.

Me pilla por sorpresa la exigencia de Ciudadanos, esa de no pactar con los que no hagan primarias en su casa. No lo entiendo. No me parece mal que el que quiera que las haga, pero, de eso a querer meterse en la casa de los demás me parece un atropello y un error mayúsculo. Gobierna las reglas sociales de carácter general, caramba, pero respeta mi libertad y mi casa. Yo supongo que el PP, visto lo visto, de aquí al próximo congreso se pensará muchas cosas y tomará las decisiones que considere oportunas para su régimen interior. Parece que les han dado unas tablas nuevas, como a Moisés.

Creo que tengo tanto derecho a equivocarme como cualquiera, por eso  afirmo:

-      Sabía que Franco lo había dejado todo atado y bien atado, pero nunca pensé que fuera tanto.

-      La culpa de toda esta movida es responsabilidad de los dos grandes partidos que se han dormido en los laureles. 

Lo siento mucho, amigos, pero, en lo que sigue, no voy a dimitir.

NOTA: No se olvide ninguno de los que han pasado por la Mesa del Pleno y tampoco los que vengan, que en Mojadillas, en la calle Flor de los Almendros números 7, 9, 11, 13, 15, 17, 19 y 21 hay un aparcamiento público, de casi mil metros cuadrados, cuyo uso y disfrute el Ayuntamiento de Valdemorillo y la EUCC Mojadillas “regalan”, única y exclusivamente, a los propietarios de las parcelas citadas.

Pasadlo bien.