miércoles, 2 de abril de 2014

PENSAMIENTOS Y ZARANDAJAS (1 de 2)



Si algo ha quedado claro en el término municipal de Valdemorillo, a lo largo de más de cuarenta años, es el poco interés que el Ayuntamiento ha tenido por las urbanizaciones. Me atrevo a decir que algo muy parecido pasa en el resto de España. Si hablo de Valdemorillo es porque vivo aquí y lo conozco un poco mejor, aunque solo sea porque lo sufro en mis carnes.

Desde que aparecieron las urbanizaciones el Ayuntamiento ha sacado de ellas lo que ha podido y cuesta entender que se permitiera de manera generalizada que los promotores se fueran dejando las obras de urbanización a medias, en el mejor de los casos. Hay algo peor: Permitieron la creación de Entidades Urbanísticas Colaboradoras de Conservación bajo unas condiciones pactadas entre los “promotores” de la época y el Ayuntamiento que dejan mucho que desear. Lo permitieron y lo hicieron a sabiendas de que ninguna estaba terminada en sus infraestructuras básicas, algunas no tenían ni las calles asfaltadas, ni el alumbrado en condiciones, ni las depuradoras funcionando, las zonas verdes sin acondicionar lo más mínimo. Algo si hicieron muy bien: Se cuidaron de asegurar que el mantenimiento de las mismas sería su responsabilidad de por vida.

Eso no es lo que dice la Ley sobre las EUCC, pero aquí se permitió, igual que se permite cualquier cosa, con licencias, sin licencias, con decretos o sin ellos, da lo mismo. Luego uno se pone a pensar y a querer saber cuál es la razón última por la que el Alcalde de turno y sus compañeros de Gobierno permiten esas cosas, cosas como que en Mojadillas seis vecinos se anexionen casi mil metros cuadrados de aparcamientos de uso público por la cara. Hay más, pero, que yo sepa, que hayan pasado por el Juzgado y se sigan riendo y se burlen de la “Sagrada Institución que debiera ser el Ayuntamiento” los seis de la Calle Flor de los Almendros números 7, 9, 15, 17, 19 y 21, de Mojadillas.

Conozco la historia de URVA, ARLUV, NUEVO VALDEMORILLO y la más reciente de PIVALDE, que pone la guinda a todas las demás.

Saco estos cuentos hoy porque he oído en la “tele” una noticia que me motiva a escribir sobre las urbanizaciones de Valdemorillo. La noticia viene a comentar que en uno de los estados de EEUU, la proporción de personas de habla hispana alcanza el 39 % de la población, si no he oído mal. Con tal motivo están formando un grupo político para influir en las decisiones del Estado.

En Valdemorillo hay dieciséis urbanizaciones, a saber: El Cerro I, El Cerro II, Mojadillas, Montemorillo, La Pizarrera, La Esperanza, Las Infantas, Pino Alto Cazadero Real, Pino Alto Sector Sur, Puentelasierra, Jarabeltran, Isla Blanca, El Mirador del Romero, Santa Ana, Las Charquillas y Los Barrancos.  

Habría que añadir otras dos o tres que se han construido en los últimos años, pero que han sido muy bien asesoradas y se han negado a constituirse en Entidades Urbanísticas Colaboradoras de Conservación.

La diferencia entre las primeras, que fueron engañadas por el Ayuntamiento y los “Promotores” a “pachas” y las segundas está muy clara: Las últimas no se preocupan de la depuradora, ni de las farolas, ni tienen a nadie para cuidar las zonas verdes, ni barren las calles, ni reparan los baches, ni tienen que reponer el asfalto o arreglar las aceras, ni se pegan con el vecino que no paga el agua o la cuota. Todo esto se lo hace el Ayuntamiento gratis, bueno gratis, a cambio de cobrarles el IBI. A los que vivimos en las otras dieciséis urbanizaciones que nos zurzan. Si, si, también pagamos el IBI, pero el Ayuntamiento, que administra muy bien el presupuesto, se libra muy mucho de pagar a nadie para hacer esas cosas, con pagar el coste de la energía eléctrica del alumbrado, que también se lo paga a las otras, y facilitar parte de los repuestos de las farolas tiene bastante. Se me olvidaba, también colaboró en los parques infantiles y en algunos campos de deportes. No hablo del Instituto, ni de los colegios, ni del Centro de Salud, ni de la Casa de cultura, ni… Solo les faltaba no dejarnos utilizarlos.


Lo sorprendente, en esta España nuestra, no es que el Ayuntamiento nos ignore o que nos acuse de no hacer los deberes, lo que más sorprende, a mí por lo menos, es que los que vivimos en estas urbanizaciones, que representamos, punto arriba o punto abajo, la mitad de los censados en el municipio y la mitad de los ingresos por IBI del Ayuntamiento, seamos tan torpes que no hayamos sido capaces de formar un grupo que tenga fuerza en el Ayuntamiento. 

Continuará.

Pasadlo bien. Andrés


No hay comentarios:

Publicar un comentario