miércoles, 8 de octubre de 2014

ESCALIBUR



El pasado sábado Miguel Ángel Ramos nos dio una charla sobre Ortega y Gasset, HOMBRE, “lo pongo con mayúsculas a conciencia”, discutido y discutible, con bastante más razón que la España de Zapatero.

Es una norma, creo que no escrita, pero asumida por todos los tertulianos de la Tertulia Literaria La Fuente que no se deben tocar temas de Religión ni de política. La intención de la norma es evitar discusiones que pudieran llevar al distanciamiento entre unos y otros. No obstante, en muchas ocasiones salen estos temas, ya que al hablar de algunos personajes no se puede eludir comentar sus criterios en uno u otro sentido, si no se quiere desvirtuar la esencia del personaje.

En esta ocasión, nuestro Miguel Ángel particular, que nos habló de “La Rebelión de las Masas”, eludió los aspectos religiosos y/o políticos del autor y de su obra olvidándose, aparentemente, de su obra. Digo aparentemente porque se metió en el método, en el procedimiento o, mejor, describió la herramienta con la que Ortega pensaba, analizaba los problemas filosóficos que se planteaba y luego desarrollaba en sus escritos.

¡Vamos! Exactamente igual que una buena parte de nuestros políticos actuales y una buena parte de nuestros conciudadanos. Véase la lista de los usuarios de las tarjetas “opacas”, véanse los colegas de Arthur Mas, véanse los paisanos que prefieren que no esté el Señor Arias Cañete como Comisario y prefieren a otro que no sea español, véanse a los defensores de ESCALIBUR manifestándose en contra de la decisión de un Juez, véanse…

Esto de ESCALIBUR me ha dado que pensar: En el primer instante me pareció oportuna la decisión del Juez, es más, casi me pareció que llegaba demasiado tarde, luego he oído al veterinario que se ha encargado de la custodia del animal y su argumento me parece que tiene mucho peso. A saber: En los países donde se desarrolla el EBOLA hay perros y parece que ellos no lo trasmiten, quizás hemos perdido una oportunidad de investigar, a conciencia y documentándolo científicamente, las posibilidades reales de la trasmisión de la enfermedad a través de los perros. Investigación no exenta de riesgos.

En cualquier caso, matamos millones de animales todos los días y nos los comemos o los hacemos desaparecer alegremente. Ante la duda y sin que sirva de precedente, estoy con el Juez. No entiendo a las personas que estaban en esa manifestación, a lo mejor ninguna de ellas está a favor del aborto, pero lo dudo.

No, no me he olvidado de las vallas de Mojadillas. Doña pilar siguen en su sitio, es decir, fuera de lo ordenado por el Plan Parcial. ¡Vivan sus asesores! Los de usted, no los de mis vecinos.



Pasadlo bien. Andrés 

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