Me prometí a mi mismo
no volver a entrar en la página de Carlín y no lo he hecho ni voy a volver a
hacerlo. Sin embargo, algún amigo, me cuenta que me han puesto a caer de un
burro y que debo contestar.
No entiendo la razón
por la cual alguien puede escribir lo que quiera insultando a quien le da la
gana y luego no se le puede replicar, ni siquiera con educación. Pues lo siento
Carlín, tu página está llena de cobardes y de mala educación. Tú, por lo menos
das la cara y es necesario reconocer que hay honrosas excepciones.
Si nombré a tu hija o
a tus hijas, que no se las que son, ni tengo porque saberlo, tú tienes la
culpa. Recuerda que a la salida de un Pleno, en la puerta del Ayuntamiento
dijiste que alguien del Ayuntamiento se estaba metiendo con ellas. Recuerdo que
te contesté algo así cómo ¿No me digas? Si les ha molestado, desde aquí les
pido disculpas. No fue mi intención. Cada uno tiene derecho a trabajar donde
quiera y en este caso concreto, desde mi punto de vista, las honra.
En cuanto a lo de
“rojeras”, a lo mejor te gano, al fin y al cavo estoy dentro del Partido y
critico, en defensa de mis derechos y los de mis vecinos, lo que considero mal
hecho y que nos perjudica. Te repito: En cualquier partido puede haber sinvergüenzas,
eso no significa que los afiliados o los votantes lo sean.
Otra cosa: Alguien
está escribiendo que yo escribo, valga la redundancia, estas cosas porque me
las manda Doña Pilar. Pues, en mi opinión, no sabe lo que dice y ya se puede
imaginar lo que pienso de él. Por otro lado, no conoce a Doña Pilar, ni a mí.
Ni a ella se le pasa por la cabeza semejante ocurrencia, ni a mí hacerle caso
si se le ocurriera. Chocamos frontalmente en el tema de los aparcamientos de
uso público que se han “anexionado” seis vecinos por la cara y pienso diferente
en la relación que el Ayuntamiento tiene con las urbanizaciones. Por lo demás,
no tengo ganas de meterme en más berenjenales y espero, por el bien de todos,
que todas esas cosas que salen en tu página sean falsas. La pena, en este país,
es que la Justicia no condene, al que pone una denuncia falsa, a la misma pena
que le correspondería al denunciado si fuera cierta. Otro gallo nos cantaría.
Ser votante de un
partido o afiliado no significa que tengas que estar de acuerdo con todo lo que
hace el partido. Si yo estuviera en la Mesa del Pleno, tendría que votar lo que
se haya acordado, ya que es una decisión colegiada, o tendría que irme a mi
casa. Pero éste no es el caso, yo estoy en mi casa y soy libre y no va a ser
una página como esa la que me tape la boca en lo que a mí se refiere.
Pasadlo bien.
Andrés
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