No sé de quién es la frase,
pero en estos días ha habido y habrá muchas.
Ideas extrañas me pasan por la
cabeza, o por el alma o por ese impulso vital que dicen algunos que ya saben donde
se encuentra en el cerebro, ese impulso que dicen solo son reacciones químicas
que no dejan de parir ideas de todo tipo, a cada cual más desacertada, alguna
habrá acertada, digo yo. Apenas si puedo echarlas fuera de la conciencia mientras comparo,
a duras penas, Francia y España, su canto de la Marsellesa y nuestros silbidos al
Himno Nacional o al Rey, la unidad de sus políticos y los desacuerdos de los
nuestros.
Quiero honrar a los franceses y me avergüenzo de algunos de los
nuestros.
Aquí a los populares nos
llaman fascistas o de derechas ¿Qué nos llamarían si aquí hubiéramos respondido
con los mismos medios o más, que aquí hicieron más daño? ¿Cómo puede haber
tanta diferencia entre esos Señores y los del PSOE? A lo mejor es que estos de
aquí no son de centro izquierda y son de izquierdas del todo y los de IU, los
de PODEMOS, LA CUP, BILDU y alguno más se caen del mapa. Pobres, lo mismo se hacen daño.
Bien por los franceses.
Luego pienso en
Valdemorillo, un pueblo que presume de serrano y de torero. Lo siento, se me
pone cara de póker. Aquí pactan las izquierdas con las derechas y los del medio
y uno tiene que oír aquello: “El tema de las vallas de Mojadillas solo lo arreglará una
persona valiente”. Estoy pensando en pasar los Pirineos.
Perdón por el desvarío.
Pasadlo bien. Andrés
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