Si amigos,
quiero hablar de ese baile, de este que han empezado a bailar nuestros santos
políticos, los que hemos llevado a los altares de la Patria que una buena parte
de ellos odian.
Con esto no
quiero decir que todos los que bailan sean unos malditos, pero hay unos
cuantos, demasiados, los suficientes como para que este paisano, cada vez más
desconfiado, más recalcitrante, menos tolerante y más resabiado, se atreva a
calificar este baile con el calificativo de maldito.
Me pregunto
una y otra vez ¿Cómo
es posible que los trescientos cincuenta elegidos para el Congreso, más lo
elegidos para el Senado, no hayan entendido que unos y otros han sido elegidos
para gobernar y no para montarnos circos? Tampoco se les ha elegido
para que en los acuerdos cambien lo votado. En los acuerdos o en los
chanchullos. Cada uno que los llame como quiera.
¿Qué es eso de
trapichear con los diputados? ¿Tan poco vale un diputado, que su jefe de filas
lo puede mandar a traicionar los votos que le han puesto en el Congreso? ¡Los obligan a ser tránsfugas!
No han empezado a gobernar y ya empiezan saltándose la Ley que se hizo contra
el transfuguismo. Esos cuatro son, en mi opinión, traidores a sus
votantes y yo les pongo el sobre nombre de malditos. Te estás
pasando (Me dice mi ángel
tontorrón). Bueno, pues… presuntos traidores malditos y como se pasan y se
despasan lo son por partida doble. Después del circo que nos han montado se
atreven a hablar de cortesía.
¿Por qué acusan
a Rajoy de no hablar con nadie y de no ofrecer nada? ¿Es que quieren que les de
algo? Pues que lo pidan ¿Qué queréis? Que se vaya ¿Por qué no os vais vosotros?
Casi podría adaptar a esta situación aquel dicho:
El que de vosotros haya
sacado más votos que Rajoy, que tire la primera piedra.
No, eso no
vale, como hay mucha cobardía, se ajusta mejor el dicho de Lope:
¿Quién mató
al Comendador?
Fuente Ovejuna Señor
¿Quién es
Fuente Ovejuna?
Todos a una, Señor.
Los votantes
no han dicho eso. Los votantes han dicho que os pongáis de acuerdo y gobernéis.
Es una lástima que yo no tenga las llaves del Congreso. Si las
tuviera, una vez iniciado el proceso de investidura, cerraría la puerta hasta
que hubiera “fumata blanca”. Naturalmente les mantendría a RÉGIMEN, de
adelgazamiento ¡Hombre! De adelgazamiento.
Es muy cómodo
para ellos, que ya tienen su paga, perder el tiempo, negar a los demás y
proclamarse santos varones, paladines de la verdad absoluta. Perdonad que hable
en general y no utilice lo de los “miembros y las miembras”, no es que yo sea
machista, más bien, pienso que el mundo será de las mujeres, que muchas os lo
tenéis bien ganado, lo que pasa es que con los años me vuelvo cada vez más duro
de mollera y admitir algunas cosas me resulta insoportable.
Mis
queridos amigos de la mesa del Pleno de Valdemorillo, si estos del Congreso
hacen estas cosas ¿Qué razón puede haber para que, vosotros, no hagáis lo que
hacéis y lo que no hacéis? Lo digo por esos casi mil metros
cuadrados de aparcamiento de uso público que estáis regalando por la “face” a los de la calle flor de los Almendros 7, 9, 15, 17, 19 y
21 o por no contestar los recursos de alzada que se os meten por Registro, o
por no dejar ver los expedientes abiertos, o por torear a todos los que viven
en las urbanizaciones, o por no aprobar ni publicar las actas de los Plenos, o
por…
¡VIVA LA TRANSPARENCIA!
Pasadlo bien. Andrés
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