domingo, 29 de mayo de 2016

CORPUS CHRISTI


    Asistí ayer, en la Iglesia de Valdemorillo, a la Santa Misa aprovechando la celebración del CORPUS CHRISTI. Fuimos con tiempo de tomar un asiento, ya no tenemos el cuerpo para demasiados trotes. Con eso de que tengo la Fe un tanto perdida, la pobre, como un pulpo en un garaje, acudo con un cierto escepticismo y no menos dudas sobre lo que realmente me estoy perdiendo.

     Una Misa siempre da que pensar, en especial esta del Corpus. Nunca entenderé las razones que los políticos tienen para cambiar los días de culto. Podría entender que pasaran todas las fiestas al lunes, de manera que se evitaran los puentes, podría entenderlo por eso de la competitividad de las empresas, pero, las cambian y no debe ser por eso, yo veo que sigue habiendo puentes. A este paso cuando lleguen los de PODEMOS solo van a poder poner la Navidad en agosto.

   A lo que voy: Una vez más me agradó lo espontaneo, lo natural, de los comentarios en los sermones de Don Pablo, no deja de sorprenderme, pero me gusta la gente que se muestra tal cual es.

     Me llamó la atención cómo algunos niños se confesaron, al principio de la Misa. Me acordé entonces de mi primera confesión en Alberguería, hace sesenta y dos años, el día antes de mi primera Comunión: “Padre, me acuso de haberle robado cerezas a mi madre del plato que tenía en el comedor…”  Bendita inocencia perdida. Ahora… parece que si no estás a la gresca con el vecino o con el político de turno no está Dios contigo.

ENTRADA DE LA PROCESION EN LA PLAZA, HOMENAJE Y BENDICION
    

         






EL CORO, TAMBORES Y DULZAINAS                              


   











BAILANDO LA BANDERA
                                    
                                                     

       Disfruté de la Misa, de la procesión que llevó bajo palio al Santísimo hasta la plaza, de ver a la gente que acompañaba, de las dulzainas y tambores, del baile de la bandera por los mozos y no tan mozos de la Hermandad del Santo Cristo de Valdemorillo. Por si era poco hasta me dieron una sangría dulce y fresca que me gustó un montón. 

      Me ha parecido diferente a otros años, pero ha estado muy bien. Gracias a todos los que lo han hecho posible.

     Y os lo cuento para que, aunque solo sea por un momento, lo disfrutemos juntos.


         Pasadlo bien. Andrés



























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