sábado, 1 de julio de 2017

PESADILLAS


En estos días en que tenemos el Orgullo Gay por todas partes también he oído otras cosas que me dan que pensar.

La primera. Ya no sé si es tan Orgullo, porque oigo decir que le quitan lo de Gay. Creo que es un cambio muy sutil, quizás debiera decir sibilino. Respeto la sexualidad de cada uno, que quede esto claro, porque luego hay quien le saca punta a todo. Dicho esto, esta carnavalada me repugna bastante y mucho más sabiendo que se permite porque, con esta movida, se van a quedar en Madrid unos cuantos euros.

La segunda. Esto del Orgullo Gay parece que va muy unido a la ley LGTBI, esa que se aprobó hace poco en la Comunidad de Madrid y que parece que en breve irá el Congreso, esa Ley con la que no estoy de acuerdo y que nos obliga, poco menos, que a ponernos a su disposición y hasta a hacerles propaganda con banderas en las fachadas de los ayuntamientos.

La tercera. Oigo que sale el Señor de la hoja de parra con una propuesta de ley de embarazo subrogado. Estos qué tanto se erigen en defensores de la honestidad de los dirigentes públicos, parece que no tienen ningún problema en que las mujeres, con escasos recursos económicos, se ganen un dinerillo pariendo hijos para otros, que seguramente, en su mayoría, serán del colectivo LGTBI.  Naturalmente esta ley tendrá todas las garantías habidas y por haber como las actuales. Espero que lo pilléis.

La cuarta. Vienen los buenos, los más santos, es decir los de la ultra izquierda, es decir Podemos e IU, proponiendo una ley de eutanasia. Hace ya bastante tiempo, que viendo el devenir de las cosas y el materialismo por el que, a mí me parece, que discurre esta sociedad nuestra, he dado en pensar que con el tiempo se diseñará un chip que nos implantarán al nacer, tendrá la capacidad de medir nuestro interés para la sociedad y tan pronto detecte que no somos rentables, se apagará y con él nosotros. También aquí se garantiza la pulcritud de su cumplimiento. Cómo estos son más santos que los de la parra, seguro que ellos si consiguen la pulcritud en el cumplimiento de la misma. Si no se consigue, da lo mismo, dándole un retoquito servirá para arreglar el problema de las pensiones, digo yo.

La quinta. El Rey Don Juan Carlos I no ha asistido a la ceremonia de los cuarenta años de la firma de la Constitución. No sé quien tuvo la culpa. Somos un país con mucho mezquino dentro. Es verdad que el rey emérito, en su vida privada, parece que fue un poco “viva la virgen”, cómo dice un amigo mío, y el que no lo ha sido es porque no ha podido. Yo no digo tanto, pero sí creo que debiera haber estado, no solo porque fue uno de los partícipes de la reconciliación, si no porque el resto de su vida la dedicó al servicio de España entera.

La sexta. Estos de la santa compaña están tan relacionados con el estudio, recordatorio y análisis de la memoria histórica, que cuando hablan de Franco y su influencia, no se paran a pensar, que fue él el que lo dejó todo atado y bien atado, tanto como para que se pudiera hacer la transición que se hizo. Todos ellos juntos, no le llegan a la altura de los zapatos a ninguno de los políticos que firmaron la Constitución que nos ha traído hasta aquí. Espero que la piel de cordero, simulando al Señor Rufian, que lució, a ratos, en la moción de censura el llamado Don Pablo Manuel Iglesias Turrión se le rompa y los que le votaron vean lo que realmente es. Se me ocurre un futurible: ¿Qué hubiera pasado si la Guerra Civil la hubieran ganado los Rojos o como quiera que se llamaran, en vez de los Nacionales? ¿La dictadura que impusieran sería igual o peor? Como era aquella película, ya recuerdo, AL TERCER DÍA RESUCITÓ, lástima.

La séptima. Ha vuelto el del “NO ES NO Y QUE PARTE DEL NO NO HA ENTENDIDO”. Estamos listos, con este derogador de leyes peperas y fabricante de cordones sanitarios. Hay que reconocer que el tío se lo ha trabajado bastante bien y ha conseguido lo que quería. Se quitó a los barones de en medio, acudió a las bases, que, por lo que veo, son bastante manejables en todos los partidos. Salvando un poco las distancias ha usado la misma táctica que el de la coleta, así pues, no hay porque extrañarse de que se diga que el PSOE se está podemizando.

La octava. En esto de la derogación de leyes hay algo que me tiene realmente molesto con mi partido, el Partido Popular. No entiendo porque el PSOE, siempre que llega al poder deroga las leyes que le parece al día siguiente y luego cuando llega el PP no las recupera. Me vienen a la cabeza la Educación con las reválidas, el aborto libre, la hidrográfica, el matrimonio gay, seguro que hay más, no me extraña que digan que el PSOE se ha quedado sin espacio político. Que mal pensamiento se me está pasando por la cabeza ¿Será esta la forma que usa Rajoy para deshacerse de la izquierda?

La novena. Parece que los independentistas catalanes tienen problemas con las urnas. Espero que los tengan con más cosas y que no se atrevan a ponerlas, ya oigo a quien dice que no las van a poner, que, antes y por sorpresa, se declararán independientes. Creo que no llegarán a ningún sitio, los discursos del Puigdemont y cía se ven cada vez más débiles, al final convocarán elecciones y espero que acierten y los votantes no se dejen engañar por cantos de sirena que solo conducen a los acantilados.

La décima. Tengo auténtico interés en ver qué salida le da el Ayuntamiento de Valdemorillo al asunto de inscribir a su nombre las calles y las zonas verdes de las urbanizaciones, ya ha pasado medio años desde que se aprobó esta moción en el Pleno del mes de enero. ¿Pasará con esto como con la recepción de las urbanizaciones, los muros que había que tirar, las vallas de Mojadillas…? Mucho me temo que sí.

Perdonad la monserga, es culpa de la fiebre.


Pasadlo bien. Andrés

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