En estos días en que tenemos el
Orgullo Gay por todas partes también he oído otras cosas que me dan que pensar.
La primera. Ya no sé si es tan Orgullo, porque oigo decir que le quitan lo de Gay. Creo que es un cambio muy sutil, quizás debiera decir
sibilino. Respeto la sexualidad de cada uno, que quede esto claro, porque luego
hay quien le saca punta a todo. Dicho esto, esta carnavalada me repugna
bastante y mucho más sabiendo que se permite porque, con esta movida, se van a quedar
en Madrid unos cuantos euros.
La segunda. Esto del Orgullo Gay parece que va muy unido a la ley
LGTBI, esa que se aprobó hace poco en la Comunidad de Madrid y que parece que
en breve irá el Congreso, esa Ley con la que no estoy de acuerdo y que nos
obliga, poco menos, que a ponernos a su disposición y hasta a hacerles
propaganda con banderas en las fachadas de los ayuntamientos.
La tercera. Oigo que sale el Señor de la hoja de parra con una
propuesta de ley de embarazo subrogado. Estos qué tanto se erigen en defensores
de la honestidad de los dirigentes públicos, parece que no tienen ningún
problema en que las mujeres, con escasos recursos económicos, se ganen un
dinerillo pariendo hijos para otros, que seguramente, en su mayoría, serán del
colectivo LGTBI. Naturalmente esta ley
tendrá todas las garantías habidas y por haber como las actuales. Espero que lo
pilléis.
La cuarta. Vienen los buenos, los más santos, es decir los de la
ultra izquierda, es decir Podemos e IU, proponiendo una ley de eutanasia. Hace
ya bastante tiempo, que viendo el devenir de las cosas y el materialismo por el
que, a mí me parece, que discurre esta sociedad nuestra, he dado en pensar que
con el tiempo se diseñará un chip que nos implantarán al nacer, tendrá la
capacidad de medir nuestro interés para la sociedad y tan pronto detecte que no
somos rentables, se apagará y con él nosotros. También aquí se garantiza la pulcritud
de su cumplimiento. Cómo estos son más santos que los de la parra, seguro que ellos
si consiguen la pulcritud en el cumplimiento de la misma. Si no se consigue, da
lo mismo, dándole un retoquito servirá para arreglar el problema de las
pensiones, digo yo.
La quinta. El Rey Don Juan Carlos I no ha asistido a la ceremonia
de los cuarenta años de la firma de la Constitución. No sé quien tuvo la culpa.
Somos un país con mucho mezquino dentro. Es verdad que el rey emérito, en su
vida privada, parece que fue un poco “viva la virgen”, cómo dice un amigo mío,
y el que no lo ha sido es porque no ha podido. Yo no digo tanto, pero sí creo
que debiera haber estado, no solo porque fue uno de los partícipes de la
reconciliación, si no porque el resto de su vida la dedicó al servicio de
España entera.
La sexta. Estos de la santa compaña están tan relacionados con el estudio,
recordatorio y análisis de la memoria histórica, que cuando hablan de Franco y
su influencia, no se paran a pensar, que fue él el que lo dejó todo atado y bien
atado, tanto como para que se pudiera hacer la transición que se hizo. Todos
ellos juntos, no le llegan a la altura de los zapatos a ninguno de los
políticos que firmaron la Constitución que nos ha traído hasta aquí. Espero que
la piel de cordero, simulando al Señor Rufian, que lució, a ratos, en la moción
de censura el llamado Don Pablo Manuel Iglesias Turrión se le rompa y los que
le votaron vean lo que realmente es. Se me ocurre un futurible: ¿Qué hubiera
pasado si la Guerra Civil la hubieran ganado los Rojos o como quiera que se
llamaran, en vez de los Nacionales? ¿La dictadura que impusieran sería igual o
peor? Como era aquella película, ya recuerdo, AL TERCER DÍA RESUCITÓ, lástima.
La séptima. Ha vuelto el del “NO ES NO Y QUE PARTE DEL NO NO HA
ENTENDIDO”. Estamos listos, con este derogador de leyes peperas y fabricante de
cordones sanitarios. Hay que reconocer que el tío se lo ha trabajado bastante
bien y ha conseguido lo que quería. Se quitó a los barones de en medio, acudió
a las bases, que, por lo que veo, son bastante manejables en todos los
partidos. Salvando un poco las distancias ha usado la misma táctica que el de
la coleta, así pues, no hay porque extrañarse de que se diga que el PSOE se está
podemizando.
La octava. En esto de la derogación de leyes hay algo que me tiene
realmente molesto con mi partido, el Partido Popular. No entiendo porque el
PSOE, siempre que llega al poder deroga las leyes que le parece al día
siguiente y luego cuando llega el PP no las recupera. Me vienen a la cabeza la
Educación con las reválidas, el aborto libre, la hidrográfica, el matrimonio gay,
seguro que hay más, no me extraña que digan que el PSOE se ha quedado sin
espacio político. Que mal pensamiento se me está pasando por la cabeza ¿Será
esta la forma que usa Rajoy para deshacerse de la izquierda?
La novena. Parece que los independentistas catalanes tienen
problemas con las urnas. Espero que los tengan con más cosas y que no se
atrevan a ponerlas, ya oigo a quien dice que no las van a poner, que, antes y
por sorpresa, se declararán independientes. Creo que no llegarán a ningún
sitio, los discursos del Puigdemont y cía se ven cada vez más débiles, al final
convocarán elecciones y espero que acierten y los votantes no se dejen engañar
por cantos de sirena que solo conducen a los acantilados.
La décima. Tengo auténtico interés en ver qué salida le da el
Ayuntamiento de Valdemorillo al asunto de inscribir a su nombre las calles y las zonas verdes
de las urbanizaciones, ya ha pasado medio años desde que se aprobó esta moción
en el Pleno del mes de enero. ¿Pasará con esto como con la recepción de las urbanizaciones, los
muros que había que tirar, las vallas de Mojadillas…? Mucho me temo que sí.
Perdonad la monserga, es culpa de la fiebre.
Pasadlo bien. Andrés
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