En estos
días estamos viendo cosas que son realmente preocupantes. No sé qué educación
le dieron a esta Señora, que se dice Juez, para que considere que es lícito
agruparse alrededor de la casa de alguien y gritarle lo que les da la gana.
No sé
donde vive y mejor no saberlo. No sé qué pensaría esta Señora si rodeasen su
casa y la insultaran, abuchearan y la dijeran de todo menos bonito, delante de su familia y de sus hijos. Con esta
sentencia que nos disgusta a más de uno, lo ha puesto en bandeja.
Dice
que es una forma de expresar democráticamente el desacuerdo con su gestión o la
gestión del Estado. Parece mentira que una persona que vive de ejercer la Autoridad
y de imponer el Orden Establecido, de rienda suelta a que uno pueda saltarse a
la torera ese Orden y esa Autoridad.
Siempre
me enseñaron que mi libertad termina donde empieza la de los demás. Seguramente
esta Señora considere que los atentados de ETA y la “cale borroca” también son
una forma de expresión. Pues no Señora, no lo son.
Ya
saben lo que tienen que hacer los Señores del Gobierno, una Ley que regule como
hay que “escrachar” a los jueces que piensen así. Vaya una palabra que me ha
salido, casi, casi como aquello de la “miembra”.
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