domingo, 13 de diciembre de 2015

PUESTOS DE TRABAJO, DEFICIT PÚBLICO Y PUERTAS GIRATORIAS



         25.000 puestos de trabajo menos que cuando lo dejó Zapatero. Aunque me lo han explicado, no termino de entenderlo muy bien y me cuesta creerlo. Lo que si entiendo es que se han creado más de 800.000 puestos de trabajo en el último año y medio. Aunque solo se hubiera recuperado lo  que se perdió desde que el PP tomó las riendas, tendría que admitir que, por lo menos, se ha cambiado la tendencia. Son muy listos algunos, primero ponen en marcha el camión del paro a toda velocidad y cuesta abajo, el personal, que se da cuenta, quita a Zapatero y pone a Rajoy en los mandos y pretenden que lo pare en un segundo y que lo ponga marcha atrás a la misma velocidad. Vamos que para ellos es igual destruir que construir. Lamento que todavía haya quien quiera darles otra oportunidad de destruir, la pena es que como todavía hay poco construido el daño será más profundo y su recuperación más difícil, pero, es igual, España lo aguanta todo.

         Déficit público al 100 %, más o menos. Me explican que efectivamente se ha aumentado este déficit y me dan la razón de este aumento: “Se han mantenido, en una buena medida, todos los Servicios del bien-estar, si no se hubiera permitido este endeudamiento los recortes sí que se hubieran notado. Por lo tanto, en lo que a mí se refiere lo doy por bueno. Es verdad que espero que en la próxima legislatura se vaya normalizando y reduciendo esta deuda”.

De pasada, en los debates, salió el asunto de las puertas giratorias. En esto tengo dudas filosóficas que a mí me parecen serias. Ahora parece que todos los políticos, con razón o sin ella, son sospechosos de tomarnos el pelo y de utilizar su puesto en la política para engordar sus bolsillos y luego consiguen puestos de trabajo inmerecidos. Parece que todos hacen mal uso de la información privilegiada que, por el hecho de haber ocupado un puesto en la política, tienen y que, después de salir o incluso estando en ella, venden lo que saben obteniendo pingües beneficios.

No es fácil regular este asunto. Si lo llevamos a una situación de puritanismo estricto, la solución sería pasar por la “guillotina” a todo aquel que se haya dedicado a la política. De esta manera nadie podría filtrar nada de los intríngulis y tejemanejes habidos en los despachos políticos, que seguro que los hay. No me diréis que esta no es una solución práctica y económica de resolver el problema, como si la Sociedad fuera una amantis religiosa.

Como la Sociedad no es tan drástica y tiene más conocimiento, intenta regular estas posibles situaciones haciendo que durante un tiempo, después de haberse dedicado a la política, los políticos no puedan ejercer ni ocupar determinados puestos en la vida de los ciudadanos no políticos. Así, los Presidentes de Gobierno no pueden pasar a ser directivos de grandes empresas durante un tiempo, ahora hay quien habla de las puertas giratorias del Ibex 35. A otros niveles menores ocurre algo parecido. Todo esto parece que está regulado por la Ley de Incompatibilidades.

Desde mi punto de vista, este es uno de los problemas más grandes que tiene el dedicarse a la política. Por muy bien que se pague el puesto, que no es el caso en España y supongo que en más sitios, no hay dinero que pague el sacrificio de hacer olvidar a nadie sus conocimientos y su experiencia adquiridos antes, durante y después de su trabajo como político. ¿Cuánto vale condenar a un político al ostracismo o a que oriente su vida a temas que no tengan nada que ver con su experiencia? ¿Por qué hay que condenarlos y obligarlos a nacer otra vez? ¿Por qué la política puede utilizar la experiencia de los políticos en la vida privada y luego se les condena a reorientar su vida en otras áreas?

Entiendo que no se pueda utilizar información privilegiada del ámbito político en beneficio propio nunca, pero eso no puede o no debe nunca paralizar la vida profesional de nadie. Entiendo que haya determinados ámbitos o actividades de la vida, fuera de la política, en los que no se deba participar durante un tiempo para evitar susceptibilidades y posibles influencias de la información privilegiada, pero eso hay que pagarlo y limitar el tiempo que se tenga que estar sometido a ese acuerdo. De otra forma ¿Quién querrá ser político? ¿Cómo vamos a tener en la política a los mejores si luego les hacemos la puñeta?

Concluyo que, en mi opinión, exijamos a los políticos  todo lo exigible, pero paguémosles bien y agradezcamos su esfuerzo y dedicación. Dicho sea de paso, creo que sobran la mitad. ¿Qué pintan en Valdemorillo diecisiete Concejales? Eso de cobrar solo tres veces el salario mínimo dejémoslo para Don Pablo Iglesias y los suyos, que llevan camino de conseguir la “santidad ciudadana” que están a punto de inventar. Yo no he visto a Don Pablo devolviendo la diferencia, por lo tanto que no presuma de lo que no hace. Cada uno se gasta lo que gana o lo que le dan, que hay de todo, en lo que quiere.

Lo siento Miguel, en esto no puedo coincidir contigo.

Otra cosa: Me parece que el mitin que ayer dio PODEMOS en la Plaza del Ayuntamiento de Valdemorillo no estaba autorizado.


Pasadlo bien. Andrés

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