25.000 puestos de trabajo menos que
cuando lo dejó Zapatero. Aunque me lo han explicado, no termino de
entenderlo muy bien y me cuesta creerlo. Lo que si entiendo es que se han
creado más de 800.000 puestos de trabajo en el último año y medio. Aunque solo
se hubiera recuperado lo que se perdió
desde que el PP tomó las riendas, tendría que admitir que, por lo menos, se ha
cambiado la tendencia. Son muy listos algunos, primero ponen en marcha el
camión del paro a toda velocidad y cuesta abajo, el personal, que se da cuenta,
quita a Zapatero y pone a Rajoy en los mandos y pretenden que lo pare en un
segundo y que lo ponga marcha atrás a la misma velocidad. Vamos que para ellos
es igual destruir que construir. Lamento que todavía haya quien quiera darles otra
oportunidad de destruir, la pena es que como todavía hay poco construido el daño será más
profundo y su recuperación más difícil, pero, es igual, España lo aguanta todo.
Déficit público al 100 %, más o menos.
Me explican que efectivamente se ha aumentado este déficit y me dan la razón de
este aumento: “Se han mantenido, en una buena medida, todos los Servicios del bien-estar,
si no se hubiera permitido este endeudamiento los recortes sí que se hubieran
notado. Por lo tanto, en lo que a mí se refiere lo doy por bueno. Es verdad que
espero que en la próxima legislatura se vaya normalizando y reduciendo esta
deuda”.
De pasada, en los debates, salió el asunto de las puertas giratorias.
En esto tengo dudas filosóficas que a mí me parecen serias. Ahora parece que
todos los políticos, con razón o sin ella, son sospechosos de tomarnos el pelo
y de utilizar su puesto en la política para engordar sus bolsillos y luego
consiguen puestos de trabajo inmerecidos. Parece que todos hacen mal uso de la
información privilegiada que, por el hecho de haber ocupado un puesto en la
política, tienen y que, después de salir o incluso estando en ella, venden lo
que saben obteniendo pingües beneficios.
No es fácil regular este asunto.
Si lo llevamos a una situación de puritanismo estricto, la solución sería pasar
por la “guillotina” a todo aquel que se haya dedicado a la política. De esta
manera nadie podría filtrar nada de los intríngulis y tejemanejes habidos en
los despachos políticos, que seguro que los hay. No me diréis que esta no es
una solución práctica y económica de resolver el problema, como si la Sociedad fuera una amantis religiosa.
Como la Sociedad no es tan
drástica y tiene más conocimiento, intenta regular estas posibles situaciones
haciendo que durante un tiempo, después de haberse dedicado a la política, los
políticos no puedan ejercer ni ocupar determinados puestos en la vida de los ciudadanos
no políticos. Así, los Presidentes de Gobierno no pueden pasar a ser directivos
de grandes empresas durante un tiempo, ahora hay quien habla de las puertas giratorias del Ibex 35. A otros niveles menores ocurre algo
parecido. Todo esto parece que está regulado por la Ley de Incompatibilidades.
Desde mi punto de vista, este es
uno de los problemas más grandes que tiene el dedicarse a la política. Por muy
bien que se pague el puesto, que no es el caso en España y supongo que en más
sitios, no hay dinero que pague el sacrificio de hacer olvidar a nadie sus
conocimientos y su experiencia adquiridos antes, durante y después de su
trabajo como político. ¿Cuánto vale condenar a un político al ostracismo o a
que oriente su vida a temas que no tengan nada que ver con su experiencia? ¿Por
qué hay que condenarlos y obligarlos a nacer otra vez? ¿Por qué la política
puede utilizar la experiencia de los políticos en la vida privada y luego se
les condena a reorientar su vida en otras áreas?
Entiendo que no se pueda
utilizar información privilegiada del ámbito político en beneficio propio nunca, pero eso no puede o no debe nunca paralizar la vida profesional de
nadie. Entiendo que haya determinados ámbitos o actividades de la vida, fuera
de la política, en los que no se deba participar durante un tiempo para evitar
susceptibilidades y posibles influencias de la información privilegiada, pero
eso hay que pagarlo y limitar el tiempo que se tenga que estar sometido a ese
acuerdo. De otra forma ¿Quién querrá ser político? ¿Cómo vamos a tener en la
política a los mejores si luego les hacemos la puñeta?
Concluyo que, en mi opinión,
exijamos a los políticos todo lo exigible,
pero paguémosles bien y agradezcamos su esfuerzo y dedicación. Dicho sea de paso, creo que sobran la
mitad. ¿Qué pintan en Valdemorillo diecisiete Concejales? Eso de cobrar
solo tres veces el salario mínimo dejémoslo para Don Pablo Iglesias y los suyos, que llevan camino de conseguir la “santidad
ciudadana” que están a punto de inventar. Yo no he visto a Don Pablo
devolviendo la diferencia, por lo tanto que no presuma de lo que no hace. Cada
uno se gasta lo que gana o lo que le dan, que hay de todo, en lo que quiere.
Lo siento Miguel, en esto no
puedo coincidir contigo.
Otra cosa: Me parece que el
mitin que ayer dio PODEMOS en la Plaza del Ayuntamiento de Valdemorillo no
estaba autorizado.
Pasadlo bien. Andrés
No hay comentarios:
Publicar un comentario